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Opinión de Juan Guil (EUiA): ‘De la esperanza a la decepción’

ARTÍCULO DE OPINIÓN
Juan Guil, Miembro de EUiA y PSUC.

El giro del PSOE pactando un programa con Ciudadanos para formar gobierno, tira por tierra las posibilidades de formar un gobierno de izquierdas, con un programa progresista que derogue todas las leyes regresivas impuestas por el PP, y ponga en marcha una política de cambio a favor de clases populares y en especial hacia aquellos que sufren mas duramente las consecuencias de la crisis.

El pacto con Ciudadanos consolida una alianza que imposibilita el cambio, es el embrión del acuerdo que reclaman los poderes económicos y financieros del país. El IBEX 35, una alianza entre PP, PSOE y Ciudadanos, Mariano Rajoy y la corrupción del PP se convierte en escollo, pero una renovación del PP con otro candidato, puede hacer posible esa alianza para que todo se mantenga como está, en especial lo laboral y social, lo que expresa el carácter clasista de la política del PP, fuente de la plusvalía, de donde proviene el aumento de los beneficios de empresarios, en especial las empresas más importantes que cotizan en el IBex 35, y controlan el 50 por ciento de la economía del país.

Con elecciones o no, estamos en este nuevo escenario, la esperanza de cambio ha desaparecido en estos momentos por el pacto PSOE-Ciudadanos. Hay un acuerdo programático que imposibilita una alianza de izquierdas, que consolida los aspectos más regresivos de las políticas del PP. El pacto de izquierdas y del cambio es para reponer todo lo arrebatado, abrir la esperanza de la gente sencilla que sufre las consecuencias de estas políticas. Este pacto acompañado de la decisión de PSOE con Ciudadanos de invitar a los demás a que se sumen a dicho pacto, es una declaración firme de consolidar dicha alianza, y descarta con ello un acuerdo con Podemos e IU. Si nadie se mueve, solo queda el camino de elecciones.

IU-UP ha sido la fuerza política que ha apostado sin reservas ni complejos por el acuerdo de la izquierdas, su candidato Alberto Garzón ha hecho lo imposible para la existencia de ese acuerdo, ha sido plenamente conciente que la única posibilidad de un cambio es el acuerdo PSOE-Podemos-IU, que solo es posible sobre la base de un programa de mínimos, que hubiera permitido la investidura de Pedro Sánchez como presidente del gobierno.

La izquierda y las fuerzas del cambio deben reflexionar si sus planteamientos han ayudado a crear esta situación, la disputa PSOE, Podemos, más pendiente de sus espacios electorales, que de buscar un acuerdo, hizo imposible dialogar para acercar posiciones, la actitud de Podemos no ha ayudado, pero la responsabilidad es del PSOE, preso de sus ‘barones’ y sus contradicciones. La reunión a cuatro, promovida por IU, generó esperanzas, podría abrir las puertas a un acuerdo, que el PSOE aceptó mientras abría negociaciones con Ciudadanos, acabando con estos en un pacto de gobierno.

Con toda posibilidad Pedro Sánchez no será investido como presidente. Si PSOE y Ciudadanos mantienen su pacto para las próximas elecciones generales, si se convocan, lo lógico es que se presenten juntos, sumarán más que el PP, la Ley Electoral beneficia a las fuerzas mas votadas a costa de las más pequeñas, si mantienen resultados tendrían un plus de diputado que restarían al PP y a Podemos, la fuerza mayoritaria es la más beneficiada por la ley electoral. De camino cierran la posibilidad que una alianza de Podemos e IU, a quienes de presentarse juntos las encuesta les daría hasta 100 disputados, sería la candidatura mas votada de la izquierda.

Pedro Sánchez quiere ser presidente, sin estar condicionado por un programa de izquierdas, que rompería con los lazos que mantiene con el IBEX-35. En política tienes que decidir con quien te alias y de esto depende la política que harás, por mucho que hable de cambio y de izquierdas con Ciudadanos solo se puede abrazar las políticas neoliberales de la Troika, que son las del PP también.

En este el escenario, si Pablo Iglesias cree que Podemos en solitario podrá afrontar los retos que tenemos las clases populares se equivoca. Las conquistas de la transición dependieron principalmente de la lucha del movimiento obrero y las clases populares, con nueve huelgas generales. En el momento actual es necesaria la confluencia, crear alternativas en el parlamento y en la sociedad civil organizada. El voto del cambio solo no es suficiente, la movilización es imprescindible, si ello no habrá cambio de verdad.

Comentaris

  1. Icona del comentari de: Anónimo a març 10, 2016 | 12:39
    Anónimo març 10, 2016 | 12:39
    A ver GIL: comprendo que fuiste poco al colegio y hay cosas que a tu edad ya son difíciles de aprender, pero hay cosas tan evidentes que hasta tú debieras de darte cuenta. Firmas como miembro de EUiA - PSUC y te quejas de que los socialistas pacten con ciudadanos. De hecho de lo que realmente te quejas es de la existencia misma de ciudadanos, partido que, supongo sabrás, nació en Cataluña para que los nietos de "tus votantes" pudieran estudiar en su lengua habitual y así no estar en desigualdad escolar con los nietos de los que "no te votan a ti" que como sí estudian en su lengua habitual, da la casualidad que tienen muchísimo menos fracaso escolar. La gente como tú, GIL, llevabais demasiados años habiendo lo mismo: pedir el voto "pa lo sociá" y luego redirigir ese voto "pa lo nasioná", pero claro, no se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo y ahora los nietos de la gente de izquierdas (¡que desagradecidos eh GIl ? van y votan a Ciudadanos, y claro, ¿Quién mejor que vosotros, la vanguardia del proletariado, para saber que para prosperar en Cataluña se ha de seguir el ejemplo del Romeva, o de la Carmen García, o del sindicalista ese que se presenta para dirigir un Sindicato de toda España (creo que CCOO) y dice que ello no es incompatible con ser independentista catalán. GIL, hemos llegado donde hemos llegado y habéis acabado como habéis acabado, gracias a CIPAYOS como tú.
    • Icona del comentari de: Juan guil a març 12, 2016 | 21:21
      Juan guil març 12, 2016 | 21:21
      Desde el anonimato es muy cómodo insultar y descalificar, yo doy mi opinión a cara descubierta, y por cierto tu que tantos as ido al colegio, no eres capaz de escribir bien mi apellido. Y ese sindicalista a que te refieres es de UGT no de CCOO. Los cipayos trabajaban para el poder, yo siempre estado y estoy al de los trabajadores y seguiré estado.
      • Icona del comentari de: anónimo a març 13, 2016 | 13:48
        anónimo març 13, 2016 | 13:48
        Perdona por lo de GIL en vez GUIL, como no he visto acentuación alguna me he confundido. También es cierto que el tal Alvarez es de la ugeté no de comisiones (yo no distingo bien, para mí todos estos gatos son pardos, aunque actúen de día). Te he dado una serie de argumentos de por qué estáis donde estáis y sólo os vota quien no os conoce. Pedís el voto pa "lo sosia" y ese voto lo transformais en lo "nasioná". No sois los únicos, como ejemplo mira a la Colau, ya no se acuerda, o se acuerda menos, de los deshauciados, ahora, ya apoltronada va a lo importante: "er derexsso a desidí". Volviendo al tal Alvarez, gran cipayo dónde los haya, mada "güevos" ( como diría aquel ministro de defensa del PP, de nefasto recuerdo para nuestros soldados), querer mandar en la ugeté de toda España y al mismo tiempo estar a favor de abrir la puerta a los reinos de taifas. No ha sido mi intención ofenderte con los de cipayo, sólo describiros e intentar hacerlos ver que lleváis ya demasiado años machacando a vuestra base social que es también vuestra base nacional, por eso ya sólo os vota quien no os conoce.
  2. Icona del comentari de: expsuquero a març 11, 2016 | 10:00
    expsuquero març 11, 2016 | 10:00
    Estimado Juan. -Empezaré por compartir los elogios a Alberto Garzón. Merece bastante más que el rinconcito que la política espectáculo le ha reservado en el parlamento. -En segundo lugar, los resultados del 20D fueron "endiablados", como dijo alguien. 1º Una suma de izquierdas requería que no se descolgara nadie, lo que favorecía que cualquiera, por grande o opequeño que sea, piense que tiene la posibilidad de imponer aspectos inacceptables para los otros coaligados. 2º Esa suma de izquierdas (161= 90 PSOE +65 Podemos y aliados +4 Compromís +2 IU)quedava a 15 diputados de la mayoría absoluta (176). Su acceso al gobierno dependería de fuerzas de izquierda tíbia (ERC 9) y de rascar otros 6 diputados adicionales en partidos de derecha más dura o menos dura (CDC, PNV, C's). Incluso dejando de lado que ERC y CDC están por otros temas e impondrían cuestiones inacceptables para la mayoría de los electores de izquierdas (que encuesten a los electores de Podemos, IU y PSOE sobre ese tema en particular sin eufemismes y se vera, ya existent otras encuestas detallades por electores que permiten ver sus afinidades sobre el tema, incluso de sus electores en CAT), el ser imprescindibles sus votos les otorgarían una capacidad de bloqueo a medidas de izquierda, y un plus de inestabilidad a ese gobierno que aprobaría presupuestos necesitando votos de muchos partidos (si contamos los que hay dentro de Podemos y Confluencias, en Compromís, etc más de una docena). Pretender que un gobierno que precisaba de forma imprescindible de esos votos de derechas -y que dispone de soberanía limitada por nuestro endeudamiento y vigilancia de la UE- que el programa a aplicar sería una mezcla de promesas de transformación izquierdista sacada de los programes de PSOE, Podemos, IU es atender poco a las matemáticas y a la lògica política. En tal contexto, Iglesias optó desde el inicio por que se celebrasen nuevas elecciones. Primero citando la noche electoral el referendum independentista como condición de pacto, lo que implicava de hecho que PSOE no pudiese aceptarlo. Después diciendo que a/ gracias a él Dios había sonreido a Sánchez, perdedor en las elecciones, b/ proponiendo un reparto de sillones, reservándose los ministerios relevantes sin haver discutido qué hacer (lo que justamente criticó Alberto Garzón) y c/ hostilizando con virulència a otros sectores del PSOE para fracturar ese partido. Es decir, tres analitzar que los resultados habían sido una catástrofe, pues no permitían un gobierno de izquierdas (lo que había que ocultar a los electores), había que aparecer como deseosos de un pacto de izquierdas, pero creando las condiciones para que fuese imposible. El objetivo último era tenir otra nueva oportunidad en nueva ronda de elecciones de comerse lo que quedaba de IU (o incorporarla a sus listas fagocitándola), y sobrepasar al PSOE en diputados. Si ello permitía llegar al gobierno o no es otra cuestión. El desánimo podia acabar llevando a su casa a electores del PSOE y otras fuerzas de izquierdas, y el sectarismo de la fase prèvia a hacer imposible su confluència. El acuerdo PSOE-C's no es particularmente favorable para el elector de izquierda. Pero también suma suficiente para acabar formando un gobierno de mayoría de izquierdas (con votos de derechas incluidos, pues no hay otra suma posible, como dije, aunque pueden ser de una fuerza menor que C's) si Podemos hubiese querido negociar con ambos y añadir propuestas a la izquierda (perdón de Abajo, pues Podemos no es de izquierdas ni de derechas y tampoco acepta que se le identifique con las clases trabajadoras) acceptable con disgusto por C's, cuyas aspiraciones son fracturar a PP como opción primera, y sumarlo al acuerdo quedando C's como la opción mediadora como opción secundaria. -Tu discurso, lo entiendo perfectamente, es el del rearme de quien ve pròximes nuevas elecciones. Pero nada garantiza una mejor posición conjunta en ese nuevo parlamento de las izquierdas -hoy El Periódico publica una encuesta, y ya van varias que apuntan en esa dirección, prescindiendo de las de La Razón y otras semejantes- y si una mayor suma de los partidos de derecha, pues los dañados por la ley electoral fueron principalmente IU (que pese a ello no podrá obtenir más que 5 o seis duputados más aunque multiplique por 1,5 su porcentaje del 20D) y Ciudadanos, que quedó con restos elevados en muchas provincias y con un ascenso limitado sumaría un buen puñado de diputados adicionales. En el mejor de los casos, sin un terremoto electoral que nadie ve en las encuestas, la suma de la izquierda quedaria igual que el 20 D (las encuestas dicen que peor) y formar gobierno obligaria como ahora a acuerdos entre fuerzas heterogéneas (con diputados de derecha incluidos, como tres los resultados del 20D) que dificilmente darían como resultado una política de izquierdas. No tengo claro que tampoco fuese más de izquierdas que la que podría arañar de PSOE-C's una sincera opción por el pacto en Podemos en los próximos días. En última instancia, si C's era quien rompía esa negociación por negarse a incorporar aspectos compartidos por el electorado de PSOE y Podemos, o por tacticismo apoyado en la subida que le pronostican ahora las encuestas, esa misma decisión podria perjudicarle ante el electorado. A unos resultados endiablados como los del 20D puede contestarse de muchas formas. Hacerlo pensando en la suerte del propio partido organización de cada uno, o en la coherència con el programa redactado para gobernar si uno obtuviese mayoría absoluta, puede no ser la mejor forma de aconseguir mejoras efectivas para sus electores populares y progressistes. Estoy seguro que varias de las leyes del PP podrían reemplazarse (aunque la alternativa seguro no sería la que tu opción propusiera, por el peso que esta tiene y la necesidad de sumar votos derechistas que acabarían descafeinando algo la propuesta). Acabo. El ataque indiscriminado entre las formaciones que atraen voto popular y con aspiraciones más o menos igualitaristas -que la totalidad de esos partidos practica- está reñido con el incremento de las fuerzas conjuntas entre ellos. Con una mayor motivación de esos electores -de todas las sensibilidades, también los tibios- para acudir a las urnas confiados en las posibilidades de acuerdo entre las fuerzas de izquierda y en un programa adecuado a sus aspiraciones. No podemos engañarnos en lo que significa eso de "un programa adecuado a sus aspiraciones", sería fruto de un acuerdo en que el grueso coincidiria con lo que esas fuerzas tengan en común (los proyectos más tibios), pues entre ellas existen diferencias y suman a gentes con ideologia e intereses materiales a satisfacer desde el presupuesto más dispares de lo que generalment piensan (asalariados con cualificaciones muy dispares, desempleados, jóvenes que no han trabajado aún, jubilados, autoempleados). Salud
    • Icona del comentari de: Juan guil a març 12, 2016 | 21:46
      Juan guil març 12, 2016 | 21:46
      Comparto parte importante de la reflexión que haces, pero Pedro Sanchez tendria más posibilidades de salir investido presidente con un pacto con Podemos e Iu que con Ciudadanos, 161 a 130. Este pacto podría salir triunfador en segunda votacion con mayoria simple, porque tendría astenciones que lo facilitaria, evidente eso tiene que ir acompañó de gestos hacia los partidos nacionalistas y en especial a catalunya. El paso dado por el PSOE lleva en el tiempo a la gran coalicion, si se consolida el pacto con ciudadanos. Porque la gobernabilidad pasa por un gobierno de izquierda o la gran coalicion. Y en los temas sociales y laborales ERC, daría su apoyo.

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