ARTÍCULO DE OPINIÓN
Juan Guil, miembro de Esquerra Unida i Aalternatuva y del PSUC
El resultado final de la negociación entre la CUP y Junts pel sí, lo considero decepcionante, es una decisión que pagará cara la CUP. La contrapartida es asegurar el proceso hacia la independencia de Cataluña, el tiempo demostrará que no es real. Convergència Democràtica es una formación política parte del sistema y sus intereses de clase prevalecerá siempre sobre otras cuestiones incluido lo nacional. Su dirección es claramente gente profesionalizada de la política y fieles servidores de la burguesía catalana. Es un partido donde los imputados por corrupción que tiene, siguen afiliados a CD, incluidos los procesados y condenados. No tengo constancia de la expulsión de ninguno.
Decepcionante decisión porque ha priorizado unos compromisos irrealizables, la independencia solo puede conseguirse de dos formas, una conquistando previamente el derecho a la autodeterminación, y para ello es condición reformar la constitución. Los resultados de las elecciones generales imposibilita esa reforma constitucional, PP, PSOE y Ciudadanos, hacen una mayoría clara que lo impiden. La otra opción sería la desobediencia en la aplicación de las leyes del estado para construir la República catalana. Opción que CD por mucho que manifieste su compromiso con ello a la hora de la verdad no asumirá las consecuencias. El incumplimiento de las leyes vigentes supondría inhabilitaciones y procesos penales que podrían acabar en cárcel. Ningún dirigente de CD, correrá ese riesgo. Proceso que además se da sin apoyo internacional de ningún tipo y con la unión europea aliada con el estado Español.
Ser anticapitalista supone hacer un análisis objetivo de la realidad, el plazo 18 meses es insuficiente para darse las condiciones que pueda hacer realidad los objetivos de la independencia. Para ello debe analizarse el papel de las clases sociales. Las riendas del proceso las tiene CD, cierto que ERC y otros ponen condiciones, así como la CUP, pero al poner el proceso por encima de todo, una vez designado gobierno y presidente, los condicionantes a este gobierno no vendrán de la CUP. Será el gobierno quien decida los temas importante de debate parlamentario, se hará en el grupo parlamentario y la CUP quedará fuera de juego, poco podrá incidir y menos condicionar.
Además, mientras se valora como éxito que Artur Más no sea el presidente de la Generalitat, para mi sale por la puerta grande y coge las riendas del partido. Ha colocado un presidente de su confianza, formando parte del pesebre de quienes viven de lo público, ha dejado claro que no se retira. Cuando Artur Mas estaba acabado políticamente, por sus derrotas electorales una tras de otra, de presentarse en otras elecciones hubiese sufrido la mayor derrota electoral, como ya ocurrió en las generales. Este acuerdo le ha dado vida, fortaleza, credibilidad, ahora desde el partido controlara el gobierno, el resultado es este, todo lo contrario de lo presentado por la CUP.
El proceso estará condicionado por Más y CD, convirtiéndose en el garante de la estabilidad del gobierno y su presidente. Todo ello asegurará que la orientación económica del gobierno no se desvíe por otros derroteros, que tampoco es condición ni de ERC y de Romeva, y por lo tanto este gobierno seguirá siendo fiel servidor de los intereses de la gran y mediana burguesía catalana. Los cambios sociales y legislativos para la mayoría social se deja para la Cataluña independiente. Mientras el gobierno continua con su trayectoria, de los presupuestos de recortes y austeridad, con las políticas que siempre apoyaron siendo fieles aliados del PP y PSOE cuando estos pusieron en marcha medidas que beneficiaba a estos intereses. En especial reformas laborales que es la máxima expresión del carácter de clase de una ley.
Las contrapartidas no cambian nada, serían las condiciones mínimas de ERC y el sector de Romeva para estar en el gobierno. Lo importante para CD es mantener las privatizaciones de servicios públicos, las subvenciones a la enseñanza y la sanidad privada. Los presupuestos serán continuistas, los compromisos mantendrán la continuidad presupuestaria y la política laboral clasista que se hace y se ha hecho siempre desde la Conselleria de Treball continúe. Estos son los temas importantes para CD que siempre utilizó la inspección de trabajo y seguirá haciéndolo. El Departament de Treball de la Generalitat tiene las competencias traspasadas y debería velar por el cumplimiento de las leyes laborales en las empresas. Hoy se dan inmensas bolsas de fraude en la contratación, de todo el periodo democrático, especialmente en las ETT y especialmente en las empresas donde no hay presencia de los sindicatos de clase.
Todo por el proceso hacia la independencia, cuando lo primero que ha dicho el nuevo presidente de la Generalitat es que no habrá declaración unilateral de independencia. Estaremos en un proceso donde el gobierno y el parlamento pondrán en marcha medidas para ir creado estructura de estado y estas serán impugnadas por el gobierno del estado o por el PP y Ciudadanos y el Tribunal Constitucional las anulará, como lo está haciendo, acatando el gobierno y el presidente sus decisiones. La CUP y ERC entrará en un desgaste y una pérdida de apoyo porque la gente esperará, pero no siempre y el desencanto llegará. De aquí a 18 meses no habrá ningún referéndum para que los catalanes votemos una constitución de la República catalana, porque es contrario a las leyes del estado y CD no las desobedecerá. Lo coherente es aprovechar esta correlación de fuerzas donde casi el 80 por ciento de los catalanes defendemos el derecho a decidir, para forzar un acuerdo con el estado, beneficioso para Cataluña. ERC y CD deben abrir ese proceso negociando para después someterlo a referéndum. Es evidente que para ello en el estado no puede continuar gobernando el PP.
