ARTÍCULO DE OPINIÓN
Juan Guil, exsecretario General de CCOO en el Vallés Occidental
El gobierno y las patronales catalana y española, están imponiendo por la vía de los hechos, recortes continuos en los salarios y en las pensiones. Los salarios durante este periodo de austeridad y recortes han sufrido pérdidas importantes del poder adquisitivo, no es lineal porque depende de cada sector y tamaño de las empresas y sobre todo del nivel de implantación sindical.
La crisis ha hecho estragos en los derechos laborales y en los salarios. La reforma laboral del Partido Popular, permite al empresario cerrar empresas y reducir plantillas sin necesidad de la autorización administrativa. Así como que prevalezca el pacto de empresa sobre el sector, imponiéndose reducciones salariales importantes, casi siempre acompañadas de reducciones de plantilla. Un ejemplo cercano Panrico. La no retroactividad de los convenios, ha supuesto que las cláusulas de revisión salarial recogida en los convenios fruto de las conquistas del movimiento obrero, han sido suprimidas o negociadas a la baja, para no perderlo todo. Dependiendo siempre de la fuerza sindical en la empresa o sector.
Otra consecuencia ha sido, sustituir vía despidos, trabajadores con salarios altos y contratar otros con salarios bajos. Despido cinco y contrato diez con los salarios de los cinco. Sin duda la reforma laboral es el mayor regalo que un gobierno de derechas ha hecho a la patronal. Es un hecho evidente el carácter clasista de este gobierno y CiU, ahora PDF, que apoyó las reformas laborales, empeorándolas en muchos casos con sus propuestas.
Se ataca los salarios y las pensiones. Las pensiones sufrieron una perdida en torno 8-10 por ciento. Desde el 2009 al 2016. Lo que da el resultado que las pensiones ha sido reducida en esa proporción, al cobrar lo mismo, las personas no notan inicialmente, pero con el tiempo cada vez le cuesta más llegar a fin de mes.
El PP continúa en el gobierno con su misma política impuesta en la legislatura anterior ahora con el apoyo de Ciudadanos y PSOE. Aunque modifique algo en las decisiones nuevas consolida los sufrimientos, fruto de la pobreza que se padece.
Las pensiones han subido el 2017, el 0,25 por ciento, con una de inflación que está entre el 2 y 3 por ciento, por año, lo que supondrá en cuatro años, una reducción de las pensiones entre el 8 y 12 por ciento la subida 0,25 por ciento, anual de las pensiones, estas subirán el 1 por ciento en 4 años. Esto supondrá que, en los cuatro años del PP, la pensión podría sufrir un recorte entre el 7 por ciento y el 11 por ciento. Si sumamos el resultado anterior sería de entre 15 por ciento y el 20 por ciento de pérdida de poder adquisitivo.
Solamente subirían las pensiones por encima del 0,25 por ciento si los ingresos y gastos se igualan, según la ley factor de sostenibilidad. Pero Incluso cumpliéndose las previsiones del gobierno, en los cuatro años aumentaran en dos millones más de cotizantes que son sus previsiones, no cubriría el déficit entre ingreso y gasto en torno a los 19.000 millones de euros. Los nuevos pensionistas, la mayor parte son con cotizaciones por encima de la media de la pensión actual. Los cotizantes actuales el 75 por ciento o más son con salarios bajos, y de ellos un tercio de contratos a tiempo parcial. lo que supone cotizaciones mínimas. El déficit existirá y se mantendrá el desfase entre ingreso y gasto y subirán las pensiones el 0,25 por ciento los cuatro años. Con el problema añadido que no habrá ni un euro en el fondo de reserva. A partir del 2018 veremos cómo el gobierno cubre ese déficit entre gasto e ingresos, y si cumple con el mandato constitucional de asegurar y garantizar las pensiones.