ARTÍCULO DE OPINIÓN
José Luis Fernández, Secretario Comarcal UGT Vallès Occidental
El 10 de febrero de 2012 el Partido Popular con el apoyo de CiU, aprobó el RDL 3/2012 de Medidas Urgentes de Reforma del Mercado Laboral.
Seis tormentosos años para la clase trabajadora, que ha sufrido en carnes propias como la reforma laboral, que los sindicatos calificamos de inútil, injusta e ineficaz, se ha convertido en un arma de destrucción masiva de derechos laborales, de precarización del empleo y devaluación de los salarios. El balance general de la reforma se puede resumir en un 26 por ciento de temporalidad y un 32 por ciento de los asalariados cobrando el salario mínimo.
Todo ello es el resultado de una estrategia premeditada con el objetivo de abaratar los costes laborales para que las empresas consigan aumentar sus márgenes de beneficio por razones ajenas a lo productivo, de tal modo que los asalariados, en buena medida, hemos pagado con rebajas impuestas de nuestras retribuciones las deudas contraídas por empresas y administraciones. De 2008 a 2016 las rentas de los asalariados han caído en 26.900 millones de euros, mientras los beneficios empresariales ascienden a 5.900 millones.
Seis años más tarde, todo y encontrarnos en plena fase expansiva de la economía, la clase trabajadora y la ciudadanía en general, no vemos ni por asomo, que los sacrificios que nos han sido impuestos, hayan servido para otra cosa que para llenar, aún más si cabe, los bolsillos de aquellos que nunca dejaron de tenerlo llenos.
Seis años más tarde, los ciudadanos somos más pobres y estamos más desprotegidos. Hoy tener un puesto de trabajo no garantiza evitar situaciones de exclusión social; ser trabajador y ser pobre es un riesgo que corremos todos y cada uno de nosotros. Hemos podido comprobar como una Reforma Laboral que se nos vendió como un elemento esencial para poder salir de una crisis económica provocada por el propio sistema capitalista, ha sido utilizada para debilitar a la clase trabajadora, reduciendo a la mínima expresión el papel de la negociación colectiva, que es la que permite conquistar las mejoras de las condiciones de trabajo. Una reforma que ha posibilitado una devaluación salarial sin precedentes, ha generado precariedad laboral y ha facilitado la implantación de las empresas multiservicios.
Seis años más tarde, se sigue destruyendo empleo de calidad sustituyéndolo por contratos eventuales y a tiempo parcial y se siguen cerrando empresas. Este es el caso de la multinacional americana Conduent (Barberà del Vallès), que aprovechando las bondades de la Reforma Laboral se dispone a despedir a la totalidad de la plantilla, 230 trabajadoras y trabajadores que se verán abocados a perder su puesto de trabajo por causas objetivas que han sido generadas de manera premeditada con la connivencia de la actual legislación laboral.
Hoy las y los trabajadores de Conduent son víctimas de decisiones estratégicas de empresas insaciables, que poco o nada responden, ni a criterios de excelencia, ni de calidad de servicio.
Simplemente buscan el beneficio rápido del trabajador desprotegido. Casi con total seguridad, este fuese el objetivo real de la derecha política y económica europea, desregular el mercado, dinamitar el modelo de relaciones laborales e instaurar la marca de país ‘low cost’ que tanto ansía el capitalismo salvaje que gobierna la economía.
