Autenticidad, sencillez y naturalidad son algunos de los calificativos que definen al pianista Daniel Ligorio. Nacido en Martorell en 1975 y formado en el Royal College of Music de Londres, empezó muy joven, a los 12 años, ganando un concurso de piano en Madrid. Desde entonces, no ha parado de estudiar y de ofrecer conciertos por toda Europa, además de diversas grabaciones con las integrales para piano de Manuel de Falla y Joaquín Rodrigo.
El viernes, día 4 de marzo, a las 21 horas rendirá un homenaje a Enric Granados, en el centenario de su muerte. iSabadell lo ha entrevistado en su domicilio de Barcelona.
¿De dónde le viene la vocación musical?
Si bien es verdad que gané un concurso con 12 años, la realidad es que mucho antes, a los seis años, el profesor de música del colegió llamó a mi madre para decirle que me apuntara al Conservatorio, pues él veía que tenía aptitudes. Avancé rápido. No había antecedentes musicales en la familia. El consejo de ese profesor inició el camino, hasta ahora.
¿Qué evolución ha habido desde entonces?
Muchas batallas, conciertos, proyectos. La vida de un músico se compone de diversos retos que se van planteando, como el que llevo a cabo actualmente, en el centenario de la muerte de Granados o el anterior dedicado a Gershwin. Paralelamente estoy en el campo de la docencia, como profesor en el Conservatorio Superior de Música del Liceo, lo que es muy enriquecedor, pues consiste en traspasar la propia experiencia a otras personas. Todo lo relacionado con el arte me apasiona, sea enseñando, interpretando o creando.
¿Sigue habiendo referentes en lo concerniente a escuelas clásicas musicales?
En su momento era algo que estaba muy marcado. Las escuelas rusa, alemana o francesa tenían sus particularidades. En estos momentos hay tantísima mezcla que es difícil concretar esos estilos aunque a veces se puede adivinar ligeramente. Por lo tanto es difícil incluso para mí de definir mi propio estilo interpretativo, aunque yo intento tocar como a mí me gustaría que me hiciesen escuchar. Procuro generar belleza, hacer la mejor versión de lo que toco, que la gente se lleve un recuerdo a casa, como que se trata de un momento especial, que tenga magia, sin excentricidades.
¿Qué compositores considera imprescindibles para aquellos a los que les asusta el concepto ‘clásico’?
Bueno, yo les diría que al final el concepto ‘clásico’ es algo que permanece en el tiempo y a través de generaciones, preservando algo que en su momento ha hecho un ser humano y que tiene muchísima calidad. Quizás hay un problema de tiempo y proporciones. Actualmente la música se escribe en fragmentos de tres minutos y todo queda condensado ahí, con un lenguaje muy actual. Querer comparar eso con una sinfonía de media hora a veces es complejo y por lo tanto entrar en este mundo y comprenderlo. Es cuestión de ponerse y de querer admirar la belleza de unas obras que no han llegado hasta el siglo XXI por casualidad. Cualquier sinfonía de Mahler, Beethoven o Brahms sirve para entrar en este mundo.
¿Cómo valora su participación en la película El silencio de Bach?
Vino a raíz de que anteriormente había participado en una película de Ventura Pons y allí grabamos unos temas musicales hiciendo un doble de manos. El director Pere Portabella vio que yo también tenía experiencia en este campo y me contrató. Me sirvió para conocer un mundo apasionante, las largas esperas de los actores y por la gran cantidad de medios técnicos que mueve. Te das cuenta de que los actores han de estar muy preparados para ser capaces de generar un estado anímico concreto, después de casi tres horas de espera. Mi papel fue sencillo pero a mi alrededor todo era muy rápido.
¿Cuáles son sus próximos proyectos discográficos?
Dentro de menos de un mes, el 18 de marzo, saldrá un disco monográfico de la obra pianística de Enrique Granados, que lo presentaremos con el sello Warner Music, de lo cual estoy muy contento. De hecho todo este año estará dedicado al repertorio de Granados, y en el concierto del Teatre Principal de Sabadell del próximo viernes voy a desgranar algunos de sus temas.
¿Qué repertorio vamos a escuchar en el Principal?
El programa del día 4 de marzo en Sabadell es una selección de Danzas Españolas, Valses Poéticos y Escenas Románticas. He elegido este tipo de repertorio porque considero que es un tipo de escritura en la cual Granados pensaba realmente para el piano, muy influenciado por la música de Chopin y de Robert Schumann. Granados es seguramente el compositor nacionalista español de la época que más influencia clásica o romántica tiene y son piezas que me han ido acompañando siempre y ahora he querido agruparlas en un monográfico. Además, como anécdota déjeme explicarle que el año pasado hice una gira en China y una de las cosas más bonitas que me llevo de allí es la sensación que tuve de incomunicación en las calles, pues muy pocas personas hablan inglés pero en cambio, cuando en la sala de conciertos sonó Granados, la gente estaba muy enganchada y me pareció sorprendente como aquella gente se mimetizaba con la música de Granados.
