La Plaça Vallès ha sido el espacio donde tradicionalmente se han podido contemplar las actuaciones de grupos folkóricos de todo el mundo generando el espacio más multicultural de la Festa Major.
En las épocas de bonanza el Ayuntamiento contrataba a conjuntos de los cinco continentes que estaban de gira por nuestro país. Lamentablemente, la crisis ha reducido esta oferta y las actuaciones de la presente edición corrieron a cargo de grupos de asociaciones de inmigrantes radicados en la ciudad: la Asociación Peruana de Sabadell y la Asociación Latinoamericana de Sabadell.
Danzas peruanas
Con un escenario empapado por la lluvia y con un cielo encapotado la Asociación Peruana de Sabadell ofreció una muestra del rico y variado folkore del país andino, dirigidos por Pedro Albornoz y Mónica Aguilar. Así se ejecutó la balicha, de las regiones de la cordillera, el tendero, que evoca el cortejo amoroso de las aves, el festejo de las zonas costeras y donde se percibe la influencia africana de los esclavos negros. También se bailó la valentina, un baile muy popular y la marinera norteña, uno de las danzas más emblemáticas del Perú. La actuación finalizó con la espectacular ejecución de las danzas selváticas de los cholones de rupa-rupa que se consideraban descendientes del dios jaguar.
Folkore venezolano
Acto seguido, la presidenta a la Asociación Latinoamericana de Sabadell, Ligia Castelo, salpicada en una de las 31 piezas del caso Mercurio por la presunta concesión de subvenciones fraudulentas, presentó al grupo venezolano Aguariné, formado por madres e hijas. Celicia Villarín provista con la guitarra de cuatro cuerdas típica de este país, acompañó las evoluciones del conjunto con temas como el popular Moliendo café de Hugo Blanco del que se han realizado más de 800 versiones.
