Alfonso XIII y el dictador Primo de Rivera, en Sabadell en 1924.

‘Historia de Sabadell’: La segunda visita de Alfonso XIII (1924)

Con motivo de la retirada del nomenclátor de la calle dedicada a este monarca, convendrá evocar cómo se desarrolló la segunda visita que realizó a nuestra ciudad.

La primera de las dos visitas de Alfonso XIII a Sabadell se realizó el 18 de abril de 1904. Entonces el monarca tenía 18 años y sólo hacía dos que había sido entronizado. En 1904 vino a la ciudad como monarca constitucional (más info: ‘La visita d’Alfons XIII a Sabadell (1904)‘. Veinte años después, el 21 de mayo de 1924, lo hizo acompañado por el dictador Miguel Primo de Rivera. A la postre su apoyo al golpe de Estado le costaría la corona.

Alfonso XIII y Antonio Maura, en Sabadell, durante la visita de 1904
Alfonso XIII y Antonio Maura, en Sabadell, durante la visita de 1904

A las once y cuarto de la mañana Alfonso XIII y su esposa la reina Victoria Eugenia partieron en automóvil del Palacio Real de Pedralbes en dirección a Sabadell. El séquito real estaba formado por cinco automóviles donde viajaba el director general de Seguridad, el marqués de Viana, el ayudante del monarca, teniente coronel Elizalde, el dictador Primo de Rivera y su ayudante, el capitán general y su hermano el vicealmirante Barrera, el general Milans del Bosch, el gobernador de Barcelona, general Lossada,  y la duquesa de San Carlos. Según crónica de La Vanguardia, “durante todo el trayecto fueron constantemente aclamados. En los pueblos del camino los niños de los colegios salieron a la carretera, obligando con su presencia a que se detuviera la comitiva regia (…) Al parar los coches reales los niños y niñas cantaron el himno a la bandera, que el público aplaudió al tiempo que vitoreaba al Rey y a la Reina”.

A las doce en punto los monarcas hicieron su entrada en Sabadell. La reina lucía un vestido de color crema y sombrero blanco; el rey, de paisano, un traje de color gris claro. En el límite del término municipal fueron recibidos por el alcalde, Esteve Maria Relat, designado por el Directorio Militar, junto a una comisión de señoras, autoridades y representantes de las “fuerzas vivas” de la ciudad. Las calles de Sabadell estaban engalanadas para el evento. En las fábricas,  los obreros dejaron de trabajar para recibir a los monarcas. Sin detenerse, se dirigieron a la iglesia de San Fèlix donde entraron a los acordes de la Marcha Real, entre vítores y aplausos de la muchedumbre. En la iglesia, en la que se había congregado todo el clero parroquial de Sabadell, algunas autoridades  y otras significadas personalidades, se cantó un Te Deum.

Visita a la fábrica Rocamora.
Visita a la fábrica Rocamora.

Seguidamente los reyes se encaminaron al Ayuntamiento donde se celebró una recepción en su honor. Asistieron al acto las autoridades locales, representantes de entidades y gran número de personalidades. Alfonso XIII y la reina Victoria Eugenia ocuparon los sillones preparados para la recepción, que duró sólo 20 minutos, pues se suspendió por falta de tiempo para recibir a las numerosas personas que querían cumplimentarlos, lo cual hubiera impedido continuar con el programa de la visita real.

Tras la recepción el rey y la reina se separaron. Alfonso XIII, acompañado por el general Primo de Rivera y otras autoridades, visitó los terrenos de la cooperativa obrera Benéfica del Vallès, conocidas popularmente como la Casas Baratas, donde el rey llamó al dictador. En presencia de los trabajadores, “le recomendó con gran interés que para la construcción de las 150 casas proyectadas por la referida sociedad Benéfica del Valles, no se pongan obstáculos ni trabas de ninguna clase por parte del Estado”.

Después se dirigió al Velódromo, en la Creu Alta, donde ahora está Cal Balsach. Allí fue recibido a los acordes de la Marcha Real, tomó asiento en la tribuna regia preparada al efecto y presenció los ejercicios de gimnasia rítmica que realizaron los niños y niñas de los colegios y los boy-scouts. Según La Vanguardia, el alcalde Relat dirigió a los boy-scouts “una patriótica alocución que fue muy aplaudida”.

El periplo de la reina

Mientras tanto, la reina visitó el Santuario de la Salud, la Casa de Beneficencia y la Cruz Roja. En la Salud fue recibida por la junta de damas y los exploradores de Sabadell, se cantó una Salve y las señoras le entregaron una medalla de la Virgen de la Salud.

En la Casa de Beneficencia se asomó al balcón donde fue “acogida su presencia por el pueblo con una formidable salva de aplausos y vítores entusiastas”. La presidenta de la junta de damas, Rosario Durell i Roset, le leyó un mensaje ofreciéndola costear una escuela de niñas en Sabadell, regida por una orden religiosa y rogándole que aceptase la presidencia del Patronato que habría de constituirse. La reina, como no podía ser menos, aceptó el ofrecimiento. Tras visitar la Cruz Roja, Victoria Eugenia se dirigió a la Caixa d’Estalvis donde se unió a la comitiva del Rey. Allí fueron obsequiados con una copa de capa y el rey recordó que su anterior visita había puesto la primera piedra del edificio de la entidad financiera.

En el trayecto se produjo un incidente que fue silenciado por los medios de comunicación de la época, sometidos a una severa censura, pero que es relatado por Andreu Castells. Un grupo de militantes de Estat Català aprovechó una distracción del chofer del coche del monarca para tapar la enseña real con sellos del partido independentista. Durante un buen rato el automóvil lució estos símbolos hasta que fueron quitados al darse cuenta al llegar a la Caixa d’Estalvis.

Luego se dirigieron a las fábricas textiles de Rocamora y Marcet (quien entonces apoyó la dictadura de Primo Rivera y años después sería alcalde franquista de Sabadell). También visitaron la casa de Juan Gorina e Hijos, donde fueron recibidos por el gerente José Gorina Pujol, su esposa Dolores Turull y sus hijos Juan, José y Joaquín. Según La Vanguardia, “la casa estaba espléndida y artísticamente adornada, habiéndose hecho un verdadero derroche de riqueza y buen gusto. Don Alfonso ensalzó mucho las importantes instalaciones del establecimiento”.

Tras el recorrido fabril se dio por concluida su estancia en Sabadell. Continuaron su viaje hasta Terrassa, donde se les unieron el alcalde de la ciudad vecina y el diputado provincial por el distrito Agustín Armengol, “siendo despedidos por el pueblo entre entusiastas vivas, aplausos y aclamaciones”.

Bibliografía

CASTELLS, Andreu. Sabadell, informe de l’oposició. Del terror a la Segona República (1918-1936). Edicions Riutort, Sabadell, 1980.
La Vanguardia, 22 de mayo de 1924

Foto portada: Alfonso XIII y el dictador Primo de Rivera.

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