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El 20 de mayo de 1932 se dio luz verde al proyecto del Aeropuerto de Sabadell.
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La instalación se inauguró el 1 de agosto de 1934.
Este domingo se han cumplido 80 años de la celebración de un pleno del Ayuntamiento de Sabadell que cambió el destino de una parte significativa de su término municipal, pues se pusieron los cimientos para acoger dos años después la inauguración del Aeropuerto de Sabadell (1 de agosto de 1934).
Fue el 20 de mayo de 1932, cuando la ciudad era partícipe de las esperanzas suscitadas por la Segunda República. Aquel lejano día Sabadell apostó por la aeronáutica como motor de su desarrollo económico.

El idilio entre un nutrido e influyente grupo de sabadellenses y la aviación hacía años que duraba Un núcleo de sabadellenses se aficionaron a partir de 1910, cuando Lucien Mamet voló por primera vez en España desde el hipódromo barcelonés de Can Tunis. Aquel año se organizó en el Cercle Català una exposición de material aeronáutico. Y en 1914, cinco años antes de que aterrizase el primer avión en la ciudad, ya se engalanaba con motivos aeronáuticos por fiestas. Después, a mediados de los años 20 la barcelonesa Penya de l’Aire creó una sección en Sabadell y se empezó a volar desde un terreno situado en Ca n’Oriac, junto a la carretera que enlaza con Matadepera.
La llegada de la República espoleó el interés por crear un aeródromo en la ciudad, necesario para que los aficionados locales pudiesen practicar el vuelo con y si motor. Para preparar el terreno, en septiembre de 1931 fundaron el Club Aviació Sabadell, en cuya junta directiva se incluyó a un concejal, para dejar patente la sintonía entre la entidad y la clase política local. Porque se acertó al percibir que los aviones serían un gran medio de transporte que generaría una nueva industria.
El empresariado y las autoridades sabadellenses se habían percatado de que la aviación adquiría pujanza en todo el mundo y que era de prever que se generalizaría el uso del avión como medio de transporte. Por su parte, los metalúrgicos locales veían factible fabricar piezas y aviones para atender la demanda. En este contexto, en diciembre de 1931 se aprobó una moción mediante la cual se acordó «declarar altamente beneficioso para la Ciudad la creación de un Aeropuerto en su término municipal», en los terrenos donde hoy día se ubica.
Cesión gratuita pero con condiciones
Las históricas dos mociones históricas que motivan este texto se adoptaron el 20 de mayo de 1932, cuando el pleno del Ayuntamiento aprobó la cesión gratuita de terrenos al Ramo de la Guerra, ministerio que entonces ocupaba Manuel Azaña y que tenía concomitancias con el actual Ministerio de Fomento. La cesión de terrenos se hizo para instalar un aeródromo en la ciudad «una vez hayan sido declarados aptos, aceptados para instalar una base militar aérea y declarados de utilidad pública a efectos de expropiación».