Pisos abandonados ADIGSA Los Merinales Sabadell

Cinco años esperando un derribo cada vez más urgente

  • Dos bloques con 60 pisos llevan abandonados a la espera de derribo cinco años.

  • La antigua ADISA no tiene fecha para el derribo, y los vecinos acumulan agravios.

Dos edificios de ADIGSA en Los Merinales a la espera de derribo siguen degradándose día a día, constituyendo, según parte de los vecinos consultados y de la Entesa per Sabadell, siendo ya un motivo de preocupación elevada por la falta de seguridad y salubridad. Entesa pide que se acelere el derribo de las viviendas, antes de que haya que lamentar algún daño mayor.

Según señala el miembro de la Entesa per Sabadell y antiguo vecino del barrio, Lluis Casanoves, la escena es más propia de un escenario postbélico que de una ciudad europea del siglo XXI, más cercano al Sarajevo de los 90, el Belchite de la Guerra Civil. Y salvando todas las distancias así es, haciendo buena la máxima según la cual una imagen vale más que mil palabras. Y es que dos esqueletos de edificios, masacrados por la historia y el abandono, se mantienen en Los Merinales desde hace años a la espera de un derribo que no llega.

Los dos edificios abandonados recuerdan vagamente a las antiguas viviendas de la empresa ODAG, que durante años fueron ocupadas y abandonadas en un estado paupérrimo hasta su demolición. Pero hay una diferencia sustancial: si los pisos de la ODAG se encontraban en medio del polígono industrial de Can Roqueta, los dos edificios de Los Merinales, con sus seis portales de diez viviendas cada uno, se encuentran en plena zona urbana. De hecho, a cuatro pasos del IES Miquel Crussafont, la escuela Arraona o la carretera de Terrassa.



El abandono es consecuencia de la história problemática de los pisos de Los Merinales, construidos en pleno desarrollismo franquista y cuya deficiencias de construcción obligaron a tirarlos abajo y realojar a los vecinos en nuevos bloques construidos en el barrio por la antigua ADIGSA de la Generalitat. Este proceso está dando sus últimos coletazos pero mientras falta poco para entregar llaves de unas nuevas vivendas, los bloques 7, 8, 9, 18, 19 y 20 de la isla limitada por las calles Tenerife, Argentina y Fuerteventura siguen a la espera de ser derribados.

La Generalitat dice que no tiene fondos

La administración competente, la Generalitat, asegura que no tiene presupuesto. Pero los vecinos no pueden esperar más y recuerdan que el problema viene desde hace muchos años. La Entesa per Sabadell, que ya denunció la situación hace unos meses, lo ha vuelto a hacer ante los medios de comunicación. Hicieron un escrito a la Agència Catalana de l’Habitatge pidiendo concreciones y fechas para el derribo pero no recibieron una respuesta satisfactoria.

Según la Entesa, la antigua ADIGSA asegura que un motivo del retraso es la falta de financiación de las subvenciones que otorgaba el ministerio de Fomento prevista en el convenio para rehabilitar barrios. Por otro lado, también aducen que hay propietarios de los edificios abandonados que no están de acuerdo con el proceso, por lo cual el Institut Català del Sòl ha iniciado un proceso de expropiación y que hasta que no se acabe no se podrán derribar los bloques.

El coordinador de l’Entesa per Sabadell, Isidre Soler, niega la mayor y recuerda que los derribos de viviendas ya estaban previstos en los proyectos de sustitución de los edificios problemáticos por nuevos. Además, dice que un proceso de expropiación no puede paralizar el proyecto.

Memorial de agravios

En cuanto los vecinos han observado visitas en la zona, se lanzan a la calle buscando a responsables de ADIGSA. Están ávidos de información y de quejas. Así que mientras unos aseguran que ya no saben que hacer y no entienden porque se hacen pequeños arreglos tapando agujeros o quitando uralitas, otros, como Concepció Pané, aseguran que tienen ratas de gran tamaño. Una anciana que vive justo en frente de un bloque señaló a iSabadell que tiene miedo por las noches porque las puertas y ventanas de los bloques abandonados se abren y se cierran con fuerza si hay viento.

En este tiempo, los Bomberos han tenido que desplazarse hasta el barrio en alguna ocasión por incendios. Ha habido intentos de ocupación y por la zona proliferan los gatos y decenas de palomas. Buena tarde de los tubos de suministros exteriores de los edificios han sido robados dejando las instalaciones a la intemperie. Finalmente, la iluminación de la calle entre los dos bloques no funciona y por las noches allí se juntan pequeños grupos a fumar drogas blandas. Hay muchos cristales rotos y más de un balcón en peligro de caer.

Entesa pide más compromiso del gobierno local

L’Entesa per Sabadell pide a la Generalitat el derribo inmediato y al equipo de gobierno local “una actitud más activa en la resolución definitiva de esta situación inadmisible”.

Mientras lleva el día del derribo, todavía sin fecha según la Generalitat, los vecinos deberán seguir conviviendo con dos bloques de edificios en cada día peor estado. Se deben conformar en ver de vez en cuando, como este semana, a algunos operarios haciendo pequeños arreglos en la zona. Esta semana se presentaron unos operarios con una grúa y se han llevado las uralitas de los balcones.

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