Opinión de Francesc de la Torre: ‘Reírse o morir’

Esta semana no puedo referirme a otra cosa que a lo que, tanto sabadellenses como muchos otros miles de ciudadanos han comentado y visionado durante los últimos días: el vídeo viral ‘Compra en Sabadell’. Éste va camino de superar todos los récords con más de 250.000 visitas en YouTube en el momento de redactar estas líneas y Trending Topic de Twitter.

Verlo, cómo no, lo he visto. ¿Y quién tenga interés en la ciudad no le ha echado una ojeada? ¿Si es perjudicial o no? Ya que hablamos de la ciudad y como comúnmente se dice, esto va por barrios y depende de los gustos, y para gustos los colores. A mí personalmente me gusta lo que implica más allá de su ejecución final.  Me explico. Sabadell se ha convertido en el auténtico reclamo de las redes sociales estos últimos días. ¿Recuerdan alguna campaña publicitaria, si la intención del vídeo doméstico era ésta claro, más barata y con mayor seguimiento en los últimos tiempos?

La respuesta de los críticos con el vídeo es la típica (y respetable que quede claro): que perjudica a la imagen porque parece que el protagonista se mofa y la calidad técnica resulta discutible. La respuesta que doy yo es que me he reído mucho, lo he comentado con los compañeros, amigos y familiares y para nada voy a dejar de comprar en Sabadell por culpa de un vídeo, de una broma o por alguna recomendación de cualquier tipo. Y la respuesta de algunas de las personas con las que he hablado, sin juzgar la calidad ni el tono del vídeo, es que uno de estos días se pasarán por Sabadell e, imagino, si lo precisan o creen oportuno, cuando uno se desplaza a un municipio que no visitan de forma habitual normalmente acaba comprando algo.

Hasta aquí lo que se refiere al vídeo y a la polémica política que, como no, algunos están interesados en resucitar. Yo restaría trascendencia a las polémicas interesadas y me centraría en lo importante: en acentuar el buen humor que, sin duda, es la mejor medicina para todos los males, y el de la crisis del comercio no se nos escapa a ninguno. Repito, dudo que nadie deje de comprar en Sabadell por este vídeo y, al contrario, estoy convencido que habrá gente de fuera de la ciudad, que se acercará o cuanto menos la ojeará por curiosidad.

Este vídeo ni atenta contra el comercio ni contra la ciudad y, lo más importante, no perjudica para nada a sus ciudadanos. Un consejo a los detractores: menos críticas destructivas y más buen humor e ingenio que si no, al final, tanto cabreo y mal rollo acaba por complicarlo todo.

A mí lo que me enfada realmente son las cosas trascendentes como, por ejemplo, todo el dinero “público” que TV3 destinó a retransmitir el reciente Concert per la Llibertat. Un concert, una retransmisión concretamente, pagada con el dinero de todos para el interés de algunos. Un nuevo acto propagandístico en favor de la independencia. Lo respeto, pero no con mi dinero. Eso sí es comprar (si me permiten la expresión) con mi dinero y para mí, al menos, de forma equivocada. ¿Para cuando un concierto solidario, la retransmisión del mismo, por la dignidad de las personas, para recoger alimentos?

Y no me vale lo que he escuchado de que si era de interés general teniendo en cuenta la audiencia. Hubiera tenido audiencia o no, el concierto se iba a retransmitir igual ya que la audiencia no se sabe, evidentemente, hasta que algo se retransmite. ¿Por qué no se retransmiten las manifestaciones contra los recortes en derechos sociales? Seguro que en ellas participan muchas más de 90.000 personas.

Respeto y no es una broma, ni de mejor o peor gusto, que a tenor de la asistencia al concierto y de la audiencia que éste tuvo tengamos que tener muy en cuenta lo que ello implica. Pero pido y exijo que se escuche y tenga en cuenta también una cifra mucho mayor y más alarmante como es el número de parados de catalanes y catalanas, más de 600.000.

Leía también en las redes sociales que el Govern seguiría tozudamente con su proceso soberanista. Yo denunciaré día sí y otro también (para tozudez la mía), denunciando que todo tiene su tiempo y, sobre todo, sus tiempos. Y no decide un partido o un gobierno: la soberanía la decide quien tiene la potestad para hacerlo: el pueblo. Y éste aún, más allá de rumores, encuestas y titulares de los medios de algunos, aún no se han pronunciado. ¿O sí lo han hecho?.

Foto portada: Fotograma del vídeo ‘Compra en Sabadell’.

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