Jóvenes del Centro Cultural

Las detenciones de la Joventut Comunista en Poblenou (1972-1973)

El 50 aniversario de este episodio de la lucha antifranquista en la ciudad resulta una buena excusa para recordar los hechos. También para mostrar los orígenes de esta organización juvenil, una de las más numerosas en la ciudad durante el final dictadura e inicios de la transición.

Los orígenes de la Joventut Comunista de Catalunya (JCC) -sección juvenil del Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC)- se remontan en Sabadell, según Andreu Castells, a finales de 1967. Entre el núcleo fundador cita a Manuel Morente, como secretario general, Pedro Martínez, José Bravo, José Fernández Jiménez, Francisco Aguilar Joaquín Zamoro, Antoni Aranda, éstos tres últimos dirigentes de Comisiones Obreras (CC.OO) y concejales en los gobiernos de Antoni Farrés, y Celestino Sánchez, regidor de Barberà del Vallès y diputado en el Parlament de Catalunya.

Tras un periodo de formación de núcleos semejantes en Terrassa, Cornellà, El Prat, Sant Feliu, Santa Coloma, Badalona…se celebró la reunión constitucional de la organización juvenil comunista en una casa a las afueras de Sabadell. Un sábado a la tarde de un caluroso día de julio de 1970, como evoca Domènec Martínez:

“Les mesures de seguretat van ser molt estrictes i rigoroses, d’acord amb els criteris d’en ‘Roman’, Josep Serradell. A la reunió hi van participar unes 20 persones, responsables de la Joventut comunista, vinguts d’arreu del país, i el mateix ‘Roman’ per part del Comitè executiu del PSUC (…) La reunió va començar a les 8 del vespre i va concloure a les 9 del matí del diumenge. El resultat fou l’aprovació d’un document fundacional (tal vegada un manifest-programa), l’elecció d’una direcció política i un responsable polític o secretari general“.

Según Jordi Serrano, que fue secretario de la JCC en la ciudad, era una organización de base, esencialmente obrera, que estaba implantada en Torre-romeu, Poblenou, Creu de Barberà y Ca n’Oriac. En 1968 Antonio González, venido desde Francia, se encargó de reorganizar estos núcleos y en 1969 asistieron a un curso de formación política a cargo de Jaume Viladoms, ex militante del Partit Obrer d’Unificació Marxista (POUM) y fundador del Moviment Socialista de Catalunya (MSC).

El barrio de Poblenou

Este pequeño barrio, aislado y ubicado al otro lado del río Ripoll, se formó en el franquismo. Su origen se remonta a 1955 cuando a iniciativa del alcalde Josep Maria Marcet, se creó la Delegación de Vivienda y Suburbios del Ayuntamiento de Sabadell para encarar el grave problema derivado de la carestia de la vivienda con fenómenos tan ominosos como las Cuervas de Sant Oleguer y la proliferación de chabolas y estadas calificadas de infraviviendas.

Entonces se determinó dividir la caótica periferia de Sabadell en siete barrios. Entre ellos Poblenou de la Salut, que integraba el pequeño núcleo del Raval d’Amàlia y el actual barrio de Torre-romeu. En sus orígenes fue un barrio de autoconstrucción de viviendas de trabajadores emigrantes procedentes del sur de España. En 1968 aún se contaban 120 chabolas. Las graves carencias en servicios esenciales como el agua corriente, electricidad, alcantarillado, pavimentación, alumbrado público… y de equipamientos básicos en transporte, sanidad y enseñanza propiciaron, en la década de los 60, el surgimiento de una combativa asociación vecinal y la implantación de organizaciones políticas de izquierda como la cristiano-progresista Juventud Obrera Católica (JOC), PSUC o la trostskista Liga Comunista Revolucionaria (LCR). También, a través de las asistentas sociales, Càritas jugó un papel relevante en la vida del barrio.  

El núcleo fundacional de las JCC en Poblenou surge del Centro Cultural del barrio. Juan Guil, que ingresó con 18 años en las JCC del barrio en 1972, escribe sobre éste:

“Agrupaba a los y las jóvenes con inquietudes culturales o políticas. Desarrollábamos muchas actividades: cinefórum, charlas de multitud de temas, visitas culturales, deportes, excursiones, intercambios con otros centros culturales…todo organizado por los jóvenes.”

En efecto, estos centros culturales jugaron un papel fundamental en la formación de la consciencia política de los jóvenes de barrio. En mayo de 1976, la Coordinadora de Centros Culturales de Sabadell estaba formada por once centros: Cifuentes, Centro, Can Puiggener, Creu de Barberà, Ca n’Oriac, Espronceda, Torre-romeu, Can Deu, les Termes y la Concòrdia.

Portada del diario 'Sabadell' el 27 de septiembre de 1972.
Portada del diario ‘Sabadell’ el 27 de septiembre de 1972.

Un incidente de vandalismo en el Santuari de la Salut, el 24 de septiembre de 1972,  que fue portada del diario Sabadell, desembocó en la clausura del centro cultural, la detención, el día 29, por la Policía Armada y el ingreso en prisión de 16 jóvenes del barrio, dos de ellos chicas, de entre 16 y 20 años.: Romualdo Aguilar Rivas, José Bravo Álvarez, Pedro Echevarría Ruiz, Manuel Fernández Navarro, Luís González Novillos, José Sánchez Alemany, Juan Guil Barrionuevo, José Pérez Vitorio, Mª Dolores Guillén Repiso, Mª Rosa Ruiz Castell, Juan Ruiz López y Antonio Sánchez López. De éstos, cuatro no pertenecían al centro cultural.

Según el testimonio de Juan Guil, fueron detenidos por la Policía Armada de Sabadell y conducidos a la comisaría de la Rambla donde permanecieron 72 horas, durante las cuales no sufrió malos tratos. Luego fue trasladado a La Modelo donde permaneció tres meses. La caída fue posible porque un miembro de la organización, expulsado por maltratar a su madre, despechado incitó los actos vandálicos y denunció a sus excompañeros a la policía. El 8 de noviembre fueron liberados los menores de 18 años, el 24 de diciembre, diez más, en mayo de 1973 se excarcelan a dos más y el 19 de julio a los dos restantes.

La versión del JCC, emitida a través de un comunicado de su Comité Ejecutivo de Barcelona, es la siguiente:

“Estos jóvenes han sido víctimas de una de las más burdas provocaciones organizada y preparada por la Brigada Político Social de Sabadell, dirigida esta vez por el propio Creix llegado de Barcelona, en combinación con el Alcalde de Barrio y algún que otro falangista (…) En una nota aparecida en los periódicos, la policía de Sabadell acusaba a los jóvenes detenidos de ser miembros de la Juventud Comunista y bajo esa acusación han ingresado en prisión aún después de haberse comprobado que no tuvieron nada en absoluto que ver con los destrozos en el Santuario de Salut”.

Ana Sánchez, esposa de Guil y luchadora sindical y antifranquista, en su intervención en el acto de recuerdo de estas detenciones celebrado el pasado miércoles en el centro cívico de Ca n’Oriac, evocó como el barrio respondió “como una sola persona” en la recogida de firmas para exigir la libertad de los detenidos. “Firmó todo el mundo”-señaló. Asimismo, relató cómo se pudieron reunir las 75.000 pesetas – una cantidad muy elevada en la época- de la fianza de uno de los detenidos.

Nota de la comisaría de Policía en el diario 'Sabadell'
Nota de la comisaría de Policía en el diario ‘Sabadell’

El caso fue juzgado por el Tribunal de Orden Público (TOP). Todos los detenidos fueron condenados por asociación ilícita, cinco de ellas a seis meses y un día de prisión menor, una a nueve meses y 19 días de prisión menor y otra a una multa de 20.000 pesetas por ser menor de edad en el momento de la detención. En la sentencia puede leerse:

“…Se integraron en la organización intitulada Juventudes Comunistas, dependientes del denominado Partido Socialista Unificado de Cataluña, ente que pretende la mutación de la actual estructura constitucional del estado español y para su logro propugna el uso de la fuerza, conociendo dicho objetivo y la naturaleza de sus métodos de actuación, siendo encuadrados en el grupo del Barrio Nuevo de la mencionada localidad”.

Justo un año después, el 22 de diciembre de 1973, dos días después del atentado mortal de Euskadi Ta Askatasuna (ETA) contra el almirante Carrero Blanco, se produjeron las segundas detenciones en Poblenou. Esta vez las cosas fueron de otro modo.

A altas horas de la madrugada, en un impresionante despliegue de la Policía Armada, acompañada por dotaciones de las policías municipales de Sabadell y Terrassa, se procedió a la detención y registro de los domicilios de once jóvenes, 9 chicos y una chica: Dolors Guillén, Antoni Ruiz, Romualdo Aguilar, Juan Guil, Ferran Nieto, Roc Fernández y su mujer y Rafael Chica que fue detenido al no poder encontrar a su hijo que era a quien buscaban. Esta es la información de Jove Guàrdia, órgano de las JCC:

“La policia, per intentar atemorir la població, va esgrimir els mètodes més brutals. Armats amb metralletes van encerclar tot el barri van trencar vidres de les cases, van maltractar la població, van tirar portes a terra…”.

El registro se realizó de modo particularmente brutal con las armas desenfundadas y destrozando el mobiliario sin contemplaciones. Según el atestado policial, se buscaban “armas de fuego para realizar atentados”. En el clima creado por el atentado contra la mano derecha de Franco, se dio crédito a la falsa información proporcionada por el citado delator.

Juan Gil, que sería durante dos décadas secretario general de CC.OO de Sabadell y posteriormente concejal de ICV-EUiA, escribe lo siguiente:

“El inspector de la Brigada Político Social, para torturarme, me puso las esposas al revés mientras me sacaban a empujones de mi habitación y escaleras abajo a golpes, mientras en casa estaban destrozándolo todo, rebuscando. El policía nacional que me vigilaba en la calle vio el dolor que me producían las esposas al revés. Las abrió y me las colocó bien. Siempre se lo agradeceré…Esa noche somos ocho los detenidos. Al llegar a comisaría somos interrogados. Según ellos teníamos armas escondidas. Nosotros alucinábamos. Sólo habíamos visto armas en el cine. A cuatro de nosotros nos pusieron de pie cara a la pared, donde estuvimos más de 40 horas. Cuando nos vencía el sueño por el cansancio y nos dormíamos de pie, con la frente apretada en la pared, nos pegaban con la porra en la espalda y los riñones. Cuando ya no podíamos mantenernos de pie ni a golpes, nos llevaron a los calabozos, de ahí al juzgado y a la Modelo”.

El inspector citado por Guil fue Juan Ignacio García García. También, Lluís Casanovas, entonces párroco del barrio, fue acusado de ser uno de los impulsores de la célula clandestina. No llegó a ser detenido ante la oposición del arzobispado. Casanovas, que posteriormente dejaría el sacerdocio, no participaba ni en las reuniones del PSUC, ni de las JCC, pues era militante de la LCR.

Finalmente, el 10 de enero de 1974, todos los detenidos fueron puestos en libertad. Su caso fue sobreseído, sin llegar a ser juzgado.  

Bibliografia

CASTELLS, Andreu. Sabadell, informe de l’oposició. El franquisme i l’oposició sabadellenca (1939-1976), Ed. Riutort, Sabadell, 1983.
DALMAU PONS, Glòria y RODRÍGUEZ GALIÁN, Antonio (coord.) La repressió del ‘Tribunal de Orden Público’ a Sabadell. Fundació Bosch i Cardellach, Sabadell, 2021.
GUIL, Juan. Mis vivencias. CC.OO y la transición política en los centros de Trabajo (1976-1999), Sabadell, 2019.
SANTAMARÍA, Antonio. Història del moviment veïnal de Sabadell. Cinquanta anys de lluita, FAVS, Sabadell, 2019.
SERRANO i BLANQUER, Jordi. Petita història de l’oposició sabadellenca. La Joventut Comunista de Catalunya, 1970-1980. I i II. Arranona, n. 26. IV època, tardor 2002 i n. 27, 2003.
ENTREVISTA, Juan Guil Barrionuevo (22/02/2023).

Foto portada: jóvenes del Centro Cultural.

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