Comisaría de la Policía Armada de la Rambla de Sabadell (entre 1975-1979). Autor desconocido/AHS.

Las sentencias del Tribunal de Orden Público (1963-1977)

La reciente investigación sobre la actuación de esta jurisdicción de la dictadura franquista especializada en la represión de los delitos políticos nos permite conocer mejor los perfiles sociológicos y la militancia política o sindical de los luchadores antifranquistas en Sabadell.

En 1939, acabada la Guerra Civil, la implacable represión del franquismo contra los partidos republicanos, las entidades progresistas y el movimiento obrero se vehiculó a través de los tribunales militares y los consejos de guerra. El régimen franquista, aislado internacionalmente, encontró, en plena Guerra Fría, el apoyo de los Estados Unidos con los Pactos de Madrid (1953) a través de los cuales se permitía la instalación de tres bases militares aéreas (Zaragoza, Torrejón de Ardoz y Morón de la Frontera) y una naval (Rota), así como de otras instalaciones militares. Esto a cambio de la ayuda económica, militar y política norteamericana que fue determinante para el ingreso de España en la ONU (1955) y que culminó con la visita en diciembre de 1959 del presidente Eisenhower a Madrid donde se entrevistó con el dictador.

A partir del Plan de Estabilización (1959) y los posteriores Planes de Desarrollo, los tecnócratas del Opus Dei, comandados por el catalán Laureano López Rodó, tomaron el relevo de los falangistas en la dirección de los asuntos económicos del país terminando con la autarquía. El objetivo de modernizar la industria, abrir la economía española al capital extranjero e insertarla en el mercado mundial se vio coronado por el éxito con unas tasas de crecimiento del PIB espectaculares. Eso sí, con un elevado coste humano derivado de las duras condiciones de vida y trabajo de la masiva emigración de las regiones rurales deprimidas del sur de España hacia las zonas urbanas e industriales. Entre 1950 y 1979 casi un millón de trabajadores emigraron hacia Cataluña.

Toma de posesión de José Francisco Mateu Canovés como presidente del TOP, 1 noviembre 1968. EFE/Arxiu Històric de CC.OO Catalunya.
Toma de posesión de José Francisco Mateu Canovés como presidente del TOP, 1 noviembre 1968. EFE/Arxiu Històric de CC.OO Catalunya.

En este contexto de operación de limpieza de la imagen internacional de la dictadura, se relajaron las draconianas normas que regían en los medios de comunicación con la ley de prensa (1966) que derogaba la censura previa, pero estableciendo un duro régimen de sanciones para quienes se pasasen de la raya. También se asistió a una mayor permisividad en el mundo de la cultura y se permitió la publicación de revistas, libros y discos en lengua catalana.

Brigada Político-Social

En esta línea se creó, el 2 de diciembre de 1963, el Tribunal de Orden Público (TOP). Una jurisdicción especial para asumir la represión política que hasta entonces ejercían los tribunales militares. La oleada de protestas internacionales por el consejo de guerra y la ejecución en abril de 1962 del dirigente comunista Julián Grimau, condujeron a constituir este siniestro tribunal para aquellos delitos relacionados con la “alteración del orden público” como manifestaciones, asociaciones ilícitas o distribución de propaganda ilegal. Los tribunales militares continuaron funcionando para juzgar la disidencia política violenta o armada, como en el proceso de Burgos de 1970. En sus 13 años de existencia el TOP dictó 3.884 sentencias, 1.800 de las cuales contra residentes en Catalunya que, en el 74 por ciento de los casos, fueron condenatorias.

Antonio Juan Creix.

El TOP estaba compuesto por un presidente, dos magistrados y los fiscales nombrados por el ministro de Justicia todos los cuales debían jurar fidelidad a Franco y las Leyes Fundamentales del régimen. El gobierno se reservaba la facultad de trasladarlos o destituirlos. El TOP funcionaba en estrecha cooperación con la Brigada Político-Social (BPS) de la Policía Armada especializada en la persecución de la militancia antifranquista. Los atestados policiales con confesiones arrancadas habitualmente bajo tortura eran considerados pruebas suficientes para la instrucción del sumario y las sentencias del caso.

En la provincia de Barcelona la BPS estaba comandada desde la Jefatura Superior de Policía de la Via Laietana por el torturador Antonio Juan Creix por donde pasaron no pocos sabadellenses.

En Sabadell, tuvo un papel destacado en la represión el inspector de la Policía Armada, Juan Ignacio García García. Voluntario de la División Azul, ingresó en noviembre de 1945 en el cuerpo policial. En 1948 fue destinado a la Brigada de Investigación Criminal de Barcelona que abandonó en 1952 para desempeñar el bien remunerado cargo de jefe de personal de la empresa tèxtil SAIDA, una de las más importantes de Sabadell. En 1957 volvió a la Brigada de Investigación criminal con destino en Sabadell, llegando a ostentar la jefatura de la Comisaría de la ciudad. Aquí se destacó en su eficacia en la represión de la militancia antifranquista como en las detenciones efectuadas en la huelga de autobuses de 1964 o en la “batalla de San Bernardo” del 1 de mayo de 1967.

El inspector de la Policía Armada Juan Ignacio Garcia Garcia.
El inspector de la Policía Armada Juan Ignacio Garcia Garcia.

Una prueba de ello, citada por Andreu Castells, se halla en la nota enviada en la primavera de 1974 a la Jefatura Superior de Policía de Sabadell por el entonces gobernador civil de Barcelona, Rodolfo Martín Villa, donde se refería a las movilizaciones y manifestaciones que se habían sucedido recientemente en la ciudad y añadía: “…mientras estuvo de Jefe en la Comisaría de Sabadell el inspector D. Juan Ignacio García García estos tipos de hechos se captaban con cierta antelación, y, con frecuencia se evitaban, SERÍA CONVENIENTE UN TOQUE AL ACTUAL COMISARIO JEFE”.

Estructura de las sentencias

Entonces, en Sabadell, la comisaría de la Policía Armada, donde conducían a los detenidos, estaba ubicada en la Rambla esquina Sant Pere. Allí se hallaban las salas de interrogatorios y los calabozos.

Glòria Dalmau Pons y Antonio Rodríguez Galián han coordinado el reciente trabajo de investigación y análisis sobre las sentencias del TOP en Sabadell. El siniestro tribunal dictó 50 sentencias (42 por delitos políticos y ocho por por delitos comunes) donde se procesó a 134 personas de la ciudad, 115 hombres y 19 mujeres. De éstas, 12 (once hombres y una mujer) fueron procesados en más de una ocasión; dos de ellas lo fueron cuatro veces y el resto, dos. La sentencia constituía el punto final de un proceso que empezaba con la detención por la temida Brigada Político-Social. Finalizado el interrogatorio y las palizas, el acusado pasaba a disposición judicial que decidía si era puesto en libertad o ingresaba en prisión preventiva.

Todas las sentencias, con su correspondiente numeración, responden a una misma estructura. En primer lugar, figuraban los nombres de los tres miembros del tribunal, después los datos de los procesados (nombre propio y de los padres, profesión, año y lugar de nacimiento y residencia actual. Asimismo, se hacía constar si habían sido condenados anteriormente o, en un su caso, el tiempo que había estado en prisión preventiva. En la sentencia se realizaba una exposición de los hechos en distintos apartados y finalizaba con la absolución o condena en cuyo caso se indicaba el tiempo de la pena y/o la cuantía de las multas.

Cada sentencia podía incluir a una o varias personas. En 30 de las sentencias dictadas contra residentes en Sabadell, hay más de una persona procesada. En una de ellas están procesadas 19 personas. Entre 1964 y 1976 se juzgaron a 134 personas, pero como 12 de ellas fueron procesadas más de una vez, el número total de sentenciados ascienda a 150. La primera sentencia se emitió en 1964 y la última en 1976. La mayor parte de estas resoluciones judiciales se concentra dos periodos, 1968-69 y 1972-74. Justamente, los momentos de gran conflictividad laboral y política en la ciudad.

Perfiles sociológicos

La mitad de las personas sentenciadas eran jóvenes menores de 25 años, una proporción semejante a la del resto de España. Como se ha indicado, la mayoría eran varones. De las 19 mujeres sentenciadas, 16 tenían entre 18 y 26 años cuando se dictó la sentencia.

Según los lugares de nacimiento, el 67 por ciento de los procesados había nacido fuera de Catalunya. El 45,5 por ciento en Andalucía, de los cuales casi la mitad de la provincia de Granada; el 7,4 por ciento de Extremadura y 6 por ciento de Murcia. Por otro lado, de los 35 procesados nacidos en la provincia de Barcelona, 20 lo eran en Sabadell.

Mapa elaborat per Manel Larrosa sobre la residència dels processats pel TOP a Sabadell
Mapa elaborado por Manel Larrosa sobre la residencia de los procesados por el TOP en Sabadell

Si nos atenemos a los barrios donde residían, las 134 personas procesadas, la mayoría vivían en los barrios obreros (76,2%). En torno al 27 por ciento en los barrios del norte, 17 por ciento en los del sur, 9,6 por ciento en Poblenou y Torre-romeu, 6,7 por ciento en Can Rull y Merinals. El 23,8% restante residía en el Centro y Eixample.

Respecto a las profesiones, la mayoría, 78, eran obreros (54%) -38 del metal y 14 del textil-, seguidos a distancia por 18 técnicos y 11 estudiantes. Resulta interesante mencionar que entre ellos había tres religiosos lo cual indica el compromiso de un sector de la Iglesia -los llamados curas obreros- con la lucha antifranquista.  

Adscripción política

Otro aspecto interesante de la investigación de Dalmau y Rodríguez Galián radica en la afiliación política y sindical de los procesados. De las 50 sentencias, sólo 28 indican su militancia, el resto son juzgados por presuntos delitos sin mencionar su pertenencia a alguna organización. La mayoría, 87 personas, son miembros de Comisiones Obreras (CC.OO), seguidos por 42 sin afiliación, 15 militantes del PCE (m-l), tres del PSUC-JCC y uno respectivamente de PCE (i), LCR, UDC, MCC y CNT. En otros diez casos se trata de delincuentes comunes.

Al igual que en el resto de España, en Sabadell la inmensa mayoría de sentencias del TOP corresponden a delitos políticos (90,6%). El mayor porcentaje (47,3%) responde a los delitos de reunión o manifestación ilegal. En el 28,6% de los casos se imputa asociación ilícita, es decir, pertenecer o colaborar con una organización política o sindicato ilegal.

El delito de propaganda ilegal afectó al 11,3 por ciento de los casos que incluía desde la edición y distribución de octavillas hasta las pintadas en las paredes de las calles. El delito de tenencia de armas y explosivos, donde estaban incluidos los presos comunes, se imputó al 6,7% de los sentenciados. Finalmente, en el 4 por ciento de los casos se acusaba de “desordenes públicos” que comprendía actos tan diversos como interrumpir el tránsito, alterar las clases en los centros docentes, destruir mobiliario urbano…Hubo un caso por insultar a “la máxima autoridad del Estado” en un local público y otro por escupir a un policía.

Absoluciones, condenas y penas

Para evaluar el número de sentencias absolutorias o condenatorias, es preciso tener en cuenta que muchas de las detenciones practicadas por la BPS acababan directamente en prisión preventiva sin pasar por los juzgados. En Sabadell, del total del 150 personas sentenciadas, 133 (89%) fueron directamente a prisión preventiva, de las cuales 28 fueron absueltas tras celebrarse el juicio.

De las 150 personas procesadas en Sabadell, 55 (37%) fueron condenadas a prisión menor, con penas entre un máximo de seis meses y un mínimo de dos meses de cárcel. Otras 42 personas (28%) fueron absueltas, el mismo número y porcentaje fueron condenadas a arresto mayor con penas de entre dos años y seis meses de prisión. Otras nueve (6%) fueron condenadas por faltas, con multas de entre 20.000 y 5.000 pesetas.

Dos personas (1%) fueron sentenciadas a prisión mayor. Una, un delincuente común, a 10 años y 1 día de prisión por tenencia ilícita de armas. La otra fue el resultado de la suma de dos condenas a un militante de la CNT; una de tres años por asociación ilícita y otra a siete años por “depósito de armas”. Según puede leerse en la sentencia:

“Al procesado (…) le fueron ocupadas por las fuerzas del orden en el registro efectuado en su domicilio el día 4 de septiembre de 1975, tres metralletas marca Stern, once cargadores y abundante munición de 9mm Parabelum, que el encausado guardaba desmontadas, engrasadas y envueltas para su mayor conservación, en un escondite fabricado al efecto y disimulada en el techo de una habitación de su vivienda”.

De hecho, esta fue la última sentencia dictada por el TOP, en junio de 1976, contra un vecino de Sabadell.

Los abogados defensores  

Muchos abogados defensores procedían de despachos laboralistas. En total intervinieron 44 los letrados, cuya lista figura en el trabajo de Dalmau y Rodríguez, en los procesos del TOP en Sabadell. Destaca el despacho de Antoni Farrés, que sería alcalde de la ciudad, y Jordi Oliveras Badia, que defendieron a 33 personas. Farrés también había sido condenado por el TOP por asociación ilícita. Asimismo, Josep Solé Barberà fue el abogado defensor de 18 procesados, Francesc Casares Potau de 16, Albert Fina Sanglas de 10, Lluís Avilès Farrés de 9, Jorge Pujol Moix de siete o Urbano Esteban Pellón de seis…

El TOP fue disuelto por el gobierno presidido por Adolfo Suárez el 4 de enero de 1977. Ese mismo día se creó la Audiencia Nacional que asumía la jurisdicción del tribunal franquista en materia de delitos de terrorismo y crimen organizado.

Bibliografía

CASTELLS, Andreu. Sabadell, informe de l’oposició. El franquisme i l’oposició sabadellenca (1939-1976), Ed. Riutort, Sabadell, 1983.
DALMAU PONS, Glòria y RODRÍGUEZ GALIÁN, Antonio (coord.) La repressió del ‘Tribunal de Orden Público’ a Sabadell. Fundació Bosch i Cardellach, Sabadell, 2021.
DEL ÁGUILA, Juan José. El TOP. La represión de la libertad (1963-1977). Fundación Abogados de Atocha/Ministerio de la Presidencia, Madrid, 2020.
TEVAR, J. (coord.) TOPCAT 1963-1977. L’antifranquisme català davant el Tribunal de Orden Público, Barcelona, 2010.

Foto portada: comisaría de la Policía Armada de la Rambla de Sabadell (entre 1975-1979). Autor desconocido/AHS.

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