Foto portada: salida de voluntarios de la División Azul desde Madrid.

La División Azul y las cartas desde el frente ruso (1941-1943)

Entre 1941 y 1943 esta unidad militar combatió contra la Unión Soviética en el sitio de Leningrado. Aquí relatamos la gran campaña propagandista desarrollada en la prensa local y las cartas que diversos voluntarios enviaron desde el frente ruso.

El 22 de junio de 1941, el ejército alemán (Whermacht) invadía la Unión Soviética en la denominada operación Barbarroja. Al día siguiente, a instancias del filonazi Ramón Serrano Súñer, ministro de Asuntos Exteriores y cuñado de Franco, el Consejo de Ministros decidió enviar una división encuadrada en la Whermacht como la 250 división de infantería. Aunque su denominación oficial fue División Española de Voluntarios, pasaría a la historia con el nombre de División Azul como la bautizó José Luis de Arrese, ministro secretario general del Movimiento.

La División Azul estuvo destinada en el sitio de Leningrado. Por ella pasaron, entre 1941 y 1943, unos 50.000 soldados, en principio voluntarios, mandados por oficiales profesionales del ejército español. En octubre de 1943, cuando el signo de la guerra cambió a favor de los Aliados y respondiendo a las presiones de Estados Unidos y Gran Bretaña, Franco decidió su disolución y su retirada escalonada hacia España.

Algunos historiadores como Paul Preston consideran que el dictador español constituyó esta unidad militar en parte para satisfacer las demandas de los nazis para que entrase en la guerra, pero también para deshacerse de los elementos más radicales de la Falange.

Campaña de propaganda

En Sabadell, al día siguiente del anuncio de la apertura del reclutamiento para la formación de la División Azul, 28 de junio de 1941, el Boletín Local de Información de Falange Española Tradicionalista y de las JONS, (más info: ‘La primera premsa franquista‘) insertaba la circular de Arrese, titulada La campaña contra el comunismo. Allí se expone que “desde el mismo instante que se hizo público el ataque alemán sobre Rusia, millares de camaradas de nuestra Falange han manifestado clamorosamente su voluntad de intervención en la lucha”. Tras calificar la invasión germana como “una gran Cruzada Europea”, informa que la Falange “en disciplina orgánica, en voluntario entusiasmo” ha abierto un “banderín de enganche para formar una legión de combatientes que habría de luchar contra Rusia”.

En una nota aparte se insta a los ex combatientes, ex cautivos y militantes del partido a alistarse en las oficinas de Falange de siete a ocho de la tarde de todos los días laborables. Asimismo se publica un telegrama del alcalde de Sabadell y jefe local provisional de Falange, José Maria Marcet, con el siguiente texto: “Ayer como hoy, a las órdenes de Franco para que las banderas de la Falange entren victoriosas en Moscú. ¡Arriba España!”. De hecho, en sus memorias Marcet asegura que se presentó voluntario para luchar contra el comunismo, pero que tuvo que desistir obedeciendo una orden superior obligándome a renunciar a mi intención de partir al frente ruso”. En esa época fue cuando menudearon las visitas de jerarcas nazis en la ciudad (más info: ‘Los nazis en Sabadell‘).

Campaña de Boletín

A partir de ese momento se inicia una intensa campaña de propaganda en las páginas del Boletín, órgano local de la Falange, con numerosos editoriales y artículos sobre el tema. Por ejemplo, Pocas palabras, donde se muestra la “satisfacción” y el “entusiasmo” por la invasión de la URSS y finaliza con un vibrante “¡Vivan Alemania, Italia y el Japón! ¡Arriba España!” o Por el honor de España que toca la misma tecla, ambos publicados a finales de junio. El 3 de julio, cuando se cerró la primera tanda de reclutamiento, se informa que se han alistado en Sabadell 29 voluntarios, entre ellos “camaradas de carrera, abogados, obreros”. El 5 julio de 1941 se da cuenta que la Comisión Permanente del Ayuntamiento acuerda  “felicitar al camarada Luis Marugat, primer voluntario de esta ciudad, que ha salido a combatir al régimen soviético”.

Precisamente, el 21 de agosto de 1941, el Boletín publica una carta, “desde algún lugar de Alemania”, que Marugat dirigió al alcalde Marcet para expresarle su agradecimiento por la misiva que éste le había dirigido felicitándole por ser el primer voluntario sabadellense de la División Azul. Marugat añade:

“Para mí no es más que un gran honor formar parte de esta División, encuadrada dentro del gran Ejército alemán, tengo la seguridad de que sostendrá el prestigio de España en todo momento”.

Por otro lado, el 23 de agosto de 1941, se informa a todos los familiares de los combatientes en la División Azul, “que están en Alemania para luchar contra el comunismo” y que quieran mantener correspondencia con ellos, deben dirigirse a la Jefatura Local del Movimiento para entregar la carta donde debe constar en el sobre la graduación militar del voluntario, nombre y apellidos y División Azul Voluntaria-Alemania. Al dorso deben figurar el nombre, domicilio y lugar de residencia del remitente. Las cartas tienen que entregarse abiertas y sin franqueo.

Durante esos meses se continúan publicando numerosas editoriales y artículos elogiando a la División Azul, animando a los sabadellenses a alistarse o solicitando ayuda para los combatientes. El 4 de septiembre de 1941, la editorial Atended, gentiles camaradas recuerda a la población la petición de “confeccionar prendas de invierno para nuestros hermanos que, abandonando confortables hogares y amores de familia y de amadas, han querido vengar, combatiendo al marxismo en su propio terreno”. Del mismo modo, el 13 de septiembre del mismo año, se publica la noticia que la Jefatura Local del Movimiento –ubicada en la actual sede del Casal Pere Quart, en la Rambla- ha abierto una “suscripción de donativos para ayudar a nuestros camaradas que se han ofrecido a luchar contra el bolchevismo. No dudamos que todos los sabadellenses sabrán corresponder con su dádiva ya sea en metálico o en material (…) Es preciso que nosotros todos coadyuvemos a esta empresa de tanta trascendencia, si queremos que nuestros hijos vean un día lo que tanto anhelamos: una Europa libre de aquel veneno moscovita que tanta sangre hizo derramar en el suelo español”.

Esta misma tecla se toca en el editorial El aguinaldo de la División Azul (13/11/41); aunque se reconoce que “las armas del Reich, hermanas de sangre e ideal, cuidan de que nada les falte a los camaradas españoles”, es preciso un esfuerzo para la Navidad. “Por eso, es precisa la aportación de todos, aportación que no rogamos ni pedimos: ¡la exigimos!”, en nombre  de las madres, hijos y esposas de los que ya cayeron luchando contra el comunismo. En esta línea se publica, el 11 de septiembre, la noticia referida a que, del medio millón de pesetas aportado a la División Azul por la Industria Lanera, el Gremio de Fabricantes de Sabadell, ha contribuido con 200.000 pesetas, lo cual “ha causado en las altas esferas del Partido y del Estado un efecto inmejorable”. Por otro lado, como explica Marcet en sus memorias, a través de un acuerdo con los sindicatos, se dispuso que las empresas “abonaran a los familiares de los voluntarios la totalidad de sus haberes”.

Asimismo se continúa con la publicación de editoriales propagandísticos sobre el tema como por ejemplo y sin ánimo de ser exhaustivos: Los nuestros en la línea de fuego (27/09/41), Nuestra División Azul (04/11/41),  14 voluntarios en la División Azul (11/11/41) o Falangistas voluntarias (11/09/41), relativo a las 146 mujeres de la Sección Femenina que fueron a Rusia como enfermeras en el recién creado Cuerpo de Damas Auxiliares de Sanidad Militar. También pueden leerse los artículos firmados por Enrique de la Torre: La División Azul, honor y orgullo de España (12/11/41), España en lucha contra el comunismo (04/11/41) o Hitler portaestandarte de la Europa católica. Enrique de la Torre, era el pseudónimo de Antonio Gil Sales, falangista, corresponsable junto con Josep Palau de la redacción de Sabadell. El año 1943 fue nombrado asesor local de prensa del sindicato vertical y del Frente de Juventudes.

Cartas desde el frente ruso

Para aderezar este despliegue propagandístico se publican periódicamente cartas de los voluntarios sabadellenses en el frente ruso. El 16 de octubre de 1941, se insertan extractos de la misiva de Luis Marugat, donde explica:

Referente a la comida, comemos un buen potaje por la mañana y otro por la noche; además del rancho, manteca, carne, miel, queso o cualquier otra cosa de buen alimento. De ropa, tengo más de la que quería: un traje de lana y otro de algodón; y de ropa interior, camisetas y calzoncillos de lana largos; en fin un excelente equipo para no pasar frío. Los rusos, el 90 por ciento vivían peor que los trabajadores que antes en España, ganaban diez reales, y otro 10 por ciento vivían como ricos de los más ricos; y eso en todo, edificios, vestidos, alimentación y demás aspectos”.

En esos años de hambre, la mención a la variada comida debía de activar las glándulas salivares de muchos lectores. El 13 de noviembre de 1941 se publica otra carta dirigida al alcalde Marcet por “un camarada de nuestra ciudad encuadrado en la División Azul”, cuyo nombre no se indica, donde puede leerse:

“Donde estoy hace ya mucho frío y empieza a caer la nieve, pero esto no es nada comparado con lo que esperamos para dentro de poco tiempo. No obstante, vamos bien equipados, y teniendo en cuenta que somos españoles y por lo que luchamos, no hay duda que se resistirá tanto o más que nadie, a pesar de la diferencia del clima de nuestra querida patria”.

“La vida en campaña, aunque no se tiene sosiego y tiene momentos verdaderamente rudos, como usted sabe por experiencia, se viven grandezas y cosas que no tienen comparación con nada de este mundo y que hacen que uno se olvide por completo del materialismo y lo consagre todo al espíritu y a la Patria, que es, según creo, cuando se vive más feliz”.

“Esta gente bolchevique, el 999 por 1.000 estaban explotadas absolutamente, mientras que el 1 por 1.000 restante vivían como el mayor déspota que pueda haber en las potencias capitalistas”.

“Las docenas de pueblos por los que he pasado, sin haber tenido tiempo de estudiarlos a fondo, vivían, por lo que se ve, grosso modo, dentro de la mayor miseria. Las casas, en su totalidad, están formadas por una sola habitación (previo un pequeño zaguán de un metro cuadrado), en la cual hace vida en común toda la familia. En las grandes urbes destacan unos cuantos fantásticos edificios, en los cuales vivían regaladamente los mangantes y en los cuales tenían asimismo sus organizaciones”.

“Hace algunos días llegó, por casualidad, a mis manos La Vanguardia de Barcelona (toda la prensa que nos llega procede de Madrid), y pude enterarme de la condecoración que a usted le fue impuesta por parte del Partido Nacional-Socialista alemán, por lo cual, aunque tarde, le felicito cordialmente por la excepcional distinción, que sin duda alguna tiene usted bien merecida”.

Dos días después, 15 de noviembre de 1941, se comunica que el alcalde Marcet ha recibido una carta de los voluntarios Joaquín da Silva y los hermanos José López y Juan López, que luchan para “la exterminación total del bolchevismo”. En ella manifiestan que gozan de buena salud y que conviven con los alemanes “con una hermandad dignísima y que están luchando con gran tesón para acabar con el comunismo cuya sede radica en la Rusia roja”.

Sabadell y José Deu Amat

A partir el mes de enero de 1942, el Boletín de Información Local de FET y de las JONS, pasa a denominarse Sabadell. Editado por la Delegación Local de Prensa y Propaganda de FET y de las JONS. En él se informa, 8 de septiembre, que José Deu Amat, secretario de dicha delegación y miembro del Cuerpo de Redacción de Sabadell, “se ha incorporado voluntario a la División Azul para combatir al comunismo en Rusia. A este efecto ha partido ya con dirección al frente del Este”. Unos meses antes, el 23 de febrero de 1942, su madre, Francisca Amat, fue recibida por el alcalde Marcet, “a la cual felicitó cordial y sinceramente por sus arraigados sentimientos patrióticos y la mostró como modelo de madres al haber acompañado a su hijo al efectuar la inscripción”. En sus memorias, Marcet escribe sobre el “general asombro” que produjo su alistamiento, pues se trataba de un poeta, “un joven de carácter místico y tímido, y nadie lo hubiese creído capaz de tomar semejante decisión”.

Una breve nota informa, el 14 de septiembre del mismo año, que continúa abierta la inscripción pro-aguinaldo de la División Azul y que José Deu Amat ha enviado una carta a Marcet en la que explica que “ha tenido ya los primeros contactos con el enemigo y que están admirablemente atendidos por sus compañeros de armas”. Tres meses después, el 14 de diciembre, se publica otra carta también enviada a Marcet en su calidad de alcalde y jefe local del Movimiento:

“Ahora, Jefe, puedo con orgullo decir que ya soy uno más de los que forman la División Azul, en estas tierras inhóspitas. A pesar de los pocos días que llevo aquí, presiento que la campaña será dura; sin embargo, nuestro sacrificio no ha de ser vano; luchamos por un nuevo orden y nuestra fe en él es absoluta. Por eso sacrificamos gustosos nuestra juventud; porque sabemos que las generaciones venideras han de aprovecharse de este gesto magnánimo de los que saben lo que significa el peligro bolchevique para la Patria y la Religión. Y desde aquí nuestra lástima (a odio no llego), para los que viviendo muellemente, no saben comprender que un hombre en plena juventud y con medios de vida lo abandone todo para alistarse a la División.

Ayer fue para nosotros un día feliz. En la intimidad de la chavola se dijo Misa. Durante la ceremonia, los pensamientos volaron sin poderlo evitar hacia los seres y las cosas queridas. Y es en estos instantes cuando uno se da cuenta de la trascendencia de su decisión y del papel de nuestra División en esta lucha contra el comunismo. Y cuando se siente la satisfacción del deber cumplido, todos los padecimientos pasados y por venir, se dan por bien empleados. España y la fe lo merecen todo”.

La carta finaliza saludando a sus amigos y camaradas de Sabadell y se despide de Marcet con un ¡Arriba España! El 20 de febrero de 1943, se publica en portada otra carta de Deu Amat, calificado de “heroico voluntario a la División Azul”, como siempre dirigida a Marcet, en estos términos:

“…la misma satisfacción que experimentas tú al recibir noticias, la tenemos nosotros aumentada, porque vemos que los que quedaron, siguen nuestros pasos atentamente, laborando en la retaguardia ‘aquellos postulados del nacional-sindicalismo’ como tú mismo dices, que es nuestro modo de ver, la mejor cooperació”.

“No te equivoques al presentir entre nosotros un ambiente de gallardía cada vez que hemos de enfrentarnos con el enemigo. Para que tengas una idea de la bravura de nuestros infantes, un ejemplo: Hace pocos días, el Alto Mando creyó oportuno dar un golpe de mano en determinado sector. En el día D y a la hora H, tal como habíase planeados, se llevó a cabo, y 33 de nuestros valientes camaradas, bajo el fuego rápido de nuestra artillería que les protegía, se levantaron de las trincheras propias para infiltrarse en las filas enemigas. Y para que veas camarada, Jefe, como las gastan los españoles, abatieron todos los objetivos señalados y adelantaron, en su empuje incontenible, medio kilómetro más de lo previsto por el Mando. Entre los que figuraban en esta operación, había un camarada, poseedor de la Cruz de Hierro, y que constaba en la relación de los que pronto han de regresar a España, el cual, enterado de lo que se proyectaba, pidió voluntariamente que se le incluyera en la lista de los que iban a dar el golpe de mano. Sangre española, camarada Jefe, y sobre todo, estilo falangista. Para nosotros, la guerra no es lo que fue para la generación del 14, vamos cantando a la guerra, y si es preciso, a la muerte, porque sabemos que nuestra lucha tiene un significado profundo, un motivo poderosísimo del cual depende la suerte de nuestra Religión y de nuestra amada España.

‘Volverán banderas victoriosas
al paso alegre de la paz…’

“Agradecemos esta confianza de Victoria en el nuevo año, pero estamos dispuestos a sacrificarnos con la entereza, nunca desmentida del soldado español, durante el tiempo que sea necesario, para que la esperanza de Nuevo Orden en Europa, sea una realidad completa”.

El 17 de abril de 1943, vuelve a informarse que Marcet ha recibido otra carta de Deu Amat en la que manifiesta “su firme voluntad de seguir la lucha contra el comunismo, al igual que todos los que como él luchan por mundo mejor”. El 1 de julio de 1943, Sabadell, publicó la noticia que Deu Amat ha sido condecorado y se reproduce textualmente el decreto: “En nombre del Generalísimo y por los notables hechos en la campaña de Rusia concedo al soldado del Regimiento de Granaderos 269, José Deu Amat, la Cruz Roja del Mérito Militar. En Rusia, 28 de junio de 1943.” La nota añade que en el documento figura el sello alemán y está firmado por el general jefe de la división, Esteban Infantes.

El 14 de diciembre de 1943, otra breve nota informa del regreso de Deu Amat, tras 15 meses de combate en el frente ruso y cuando ya se había disuelto la División Azul. En la ciudad se reincorporó a la Delegación de Prensa y Propaganda y desde 1950 a la de Educación Popular. Fue ganador del concurso de artículos de la Fiesta del Libro, organizada por Sabadell, en 1946 y 1951. Enfrentado con miembros de la Guardia de Franco al negarse a publicarles todos los artículos que le enviaban, dimitió de sus cargos –según Martí Marín- por cansancio sin que fuera nunca censurado ni destituido por sus superiores.

De la treintena de sabadellenses que combatieron en la División Azul, se contabilizaron tres  muertos y dos mutilados, Lluís Serra Bertrán y Lluís Marugat Salvans, ambos condecorados con la Cruz de Hierro germana, y el segundo con la Medalla de Plata de la ciudad en un acto solemne celebrado en el Ayuntamiento, el 16 de abril de 1942. Más tarde, el 27 de enero de 1944, coincidiendo con el quinto aniversario de la entrada de las tropas franquistas en Sabadell, se impuso la Medalla de la Ciudad a otros voluntarios que, como escribe Marcet en sus memorias, “habían cumplido con su deber defendiendo en Rusia los principios de la civilización occidental y cristiana”.

Bibliografía

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Boletín de Información Local de FET y de las JONS.
Sabadell.

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