Chisme

Opinió: ‘Informer: la última estupidez’

Por si fuera poco lo que nos ofrecen las diversas cadenas de televisión, donde los más frustrados, los menos capaces y los guapos y guapas nos muestran sin pudor sus más íntimas mezquindades, ahora aparece un bodrio llamado ‘Informer‘ donde anónimamente los internautas pueden decir aquello que piensan.

Aparentemente puede ser un novedoso instrumento, alegre y divertido para el entretenimiento pero también de denuncia, de expresión de estados de ánimo, algo parecido a Facebook, pero con un componente de anonimato que, como se ha podido comprobar, ha sido aprovechado por una tipología de personas ineptas e interesadas en desacreditarlo.

Parece increíble, incluso, que desde la creencia de que o te apuntas al carro de la modernidad o estás muerto, diversos medios de comunicación, prensa o radio, potencian estas aplicaciones en aras de la libertad y el cachondeo. Concretamente Ràdio Flaixbac, un buen referente musical en Catalunya y un medio abiertamente joven e innovador y que ha conseguido en poco tiempo acercar la radio a los jóvenes con programas como El matí i la mare que el va parir y Bac-up, se asocian con el cotilleo que tanto han criticado si viene de fuera de las fronteras catalanas.

Me da igual que se llame Informer, Tele 5, La Noria o Belén Esteban; el caso es que la función es exactamente la misma: tener al espectador o al oyente frente a una pantalla idiotizándose y anulando las pocas neuronas que le quedan vivas. Los propios locutores de la emisora reconocen que el Informer se convierte en un amasijo de poesía, página de contactos, revista porno y difamación que ya ha conseguido poner en alerta a muchos equipos directivos de institutos y padres. No es fácil perseguir el anonimato en internet y excepto si hay una conducta reiterada de acoso, los jueces no intervienen. Los alumnos lo viven como un pasatiempo, pero que no deja indiferentes a los más vulnerables que sufren el escarnio de sus compañeros. Además, todos son susceptibles de quedar marcados en esas páginas y los profesores también son blanco de críticas y rumores que, sin ninguna duda, pueden afectar al normal funcionamiento de las clases perturbando el clima habitual de trabajo.

Me comentan que exagero, que también sirve para quejarse, para comentar, para que las personas se pongan en contacto sobre temas diversos: una comunidad de propietarios, una universidad, un pueblo… Pero, aunque ya quede lejos el tema de las instancias y caminamos a una sociedad más globalizada, donde páginas también globales sirven para denunciar y para proponer lo que nos venga en gana, también es cierto que no se debería perder el trato humano, la propuesta a través de la palabra que siempre ha dado buenos resultados.

En los últimos días ya se han cerrado varias páginas de este tipo en diversos institutos donde, como digo, los alumnos menos competentes y menos implicados con las tareas escolares habían cogido las riendas de esta aplicación para convertirla en un objeto obsceno y delirante cuyo único fin era aprovecharse del anonimato para cargar contra todos en un ejercicio malicioso de bajeza y cobardía.

Albert, alumno en Castellar, ha vivido la experiencia del comienzo del Informer en su instituto:

Al principio, la página se creó como un lugar de entretenimiento, donde la gente, de manera anónima, publicaba cotilleos de alumnos sin ánimo de ofender; hasta aquí todo correcto. Después fue cobrando mayor importancia y no cómo se pretendía en un primer momento, ya que varios alumnos, aprovechándose del anonimato, publicaron mensajes para difamar y entrometerse en la vida privada de compañeros e incluso de profesores. Finalmente, llegado el punto máximo en el cual diferentes alumnos se ven afectados por la violación de su intimidad, los amigos de algunos de éstos decidimos hacer una queja. Según mi opinión muchas veces le damos demasiada importancia a este tipo de páginas, ya que si desde un primer momento nadie hiciera caso, tarde o temprano la acabarían cerrando porque la finalidad de estos elementos o personajes es incitar a molestar y fisgonear en la vida de otras personas que viven su vida y su trabajo”, dice el joven.

Sería genial que el Informer contribuyera a la mejora de la calidad de la enseñanza, a fortalecer los lazos entre las personas, entre las diversas culturas, a enriquecer y perfeccionar el pobre y reducido vocabulario de nuestros jóvenes, a trabajar por un mundo mejor y luchar contra las desigualdades. Sería verdaderamente magnífico. Pero no creo en milagros y menos viendo los comienzos catastróficos de este invento.

El cotilleo se ha instalado en nuestras vidas y lo peor de todo es que da la sensación que no queremos que salga ya que para muchos supone una manera de llenarla más o menos divertida porque no tienen desgraciadamente otra. Una vez más, como en todos los ámbitos que nos rodean, hace falta unidad de padres, profesores, alumnos, administraciones, jueces y todos los que creen que de alguna manera hay que enderezar el camino de los valores que hay que inculcar y cultivar. Un camino que desde hace décadas cada vez es más tortuoso y que nos lleva a un callejón sin salida.

One Comment

  1. Personalmente pienso que han creado una bomba de rejojería. Les invito a leer mi post. Gossip una herramienta para el ciberacoso en http://www.bea-mamadedos.blogspot.com