L'estat de la ciutat

L’estat de la ciutat (116): ‘Periodismo, ética y política’

L’ESTAT DE LA CIUTAT

Aquí se exponen los motivos que han conducido a dar por finalizada esta sección que durante más de dos años y medio ha intentado analizar los problemas de fondo que experimenta nuestra ciudad.

El 26 de febrero de 2012 publiqué la primera entrega de l’Estat de la ciutat con el objetivo de abordar y analizar las cuestiones de fondo de Sabadell. Desde entonces han visto luz 115 artículos en los que se han tratado temas bien diversos como la inmigración, el urbanismo, la economía, la cultura o la corrupción.

Creo que esta sección ha cumplido ampliamente con este objetivo. Sin embargo,  últimamente se había ido desviando de su misión inicial y había derivado imperceptiblemente en un espacio de análisis y comentario de la actualidad política de la ciudad.

Ningún periodista es ideológicamente neutral. Todos, como cualquier ciudadano, tenemos nuestras inclinaciones ideológicas y opiniones políticas. En mi caso éstas se ubican en el eje social en el espectro de la izquierda marxista no dogmática y en nacional en el republicanismo federal. No obstante, considero que, cuando se realiza una labor honesta de análisis de realidad, se puede mantener una distancia crítica entre nuestras convicciones políticas e ideológicas y esta labor de disección de la vida pública. Ello no es nada fácil.  Exige un ejercicio de rigor intelectual y honestidad ética para evitar introducir elementos espurios en el análisis de la realidad.

La situación de emergencia social, la descomposición del sistema de partidos del actual régimen político y la crisis territorial abierta por el proceso soberanista me han conducido a replantearme mi papel de observador y analista de la realidad y a aproximarme a la opción política representada por Podemos. Considero que la gravedad de la situación exige un mayor compromiso e implicación en la búsqueda de soluciones y alternativas, por ello no se trata sólo analizar la realidad, sino transformarla. Al fin y al cabo, los periodistas también somos ciudadanos y tenemos derecho a participar en la vida pública. Siempre, claro está, que no utilicemos nuestra profesión al servicio de los intereses partidistas y sepamos diferenciar nítidamente ambos ámbitos.

Soy consciente que este paso a la política activa puede provocar dudas sobre mi imparcialidad, rigor y honestidad. La cultura política de nuestro país, dominada por partidos jerarquizados y donde la libertad de pensamiento claudica ante la férrea disciplina ideológica de los aparatos, ha generado la extendida impresión que cuando alguien ingresa en una formación política abandona su libertad de pensamiento para ponerse al servicio acrítico de la ideología del partido. Un fenómeno que no ocurre en otras latitudes donde existe una mayor cultura democrática. Desde luego éste no es mi caso. Puestos a elegir entre mi libertad de pensamiento y la obediencia a las directrices del partido siempre me decantaré por la primera.

Ahora bien, en la vida pública lo que importa no es tanto lo que es sino lo que aparenta ser. Así que mi pertenencia a Podemos podría ser utilizada no sólo para cuestionar mi tarea periodística, sino lo que es más importante para deslegitimar a este medio que con tanto esfuerzo y dedicación ha procurado ser independiente de los poderes políticos y económicos de la ciudad y convertirse en una publicación profesionalmente rigurosa y objetiva.

Estas consideraciones me conducen a dar por finalizada esta sección. En primer lugar, porque creo que ha cumplido ampliamente con su objetivo de plantear los problemas de fondo de la ciudad. En segundo lugar, para evitar que mi militancia partidaria se convierta un pretexto para atacar a este medio.

Esto no quiere decir que abandone mis colaboraciones en iSabadell. Tampoco a que renuncie a continuar con mi labor de análisis de la vida pública de la ciudad bajo los parámetros de rigor intelectual y honestidad ética, separando mis convicciones ideológicas y mis opciones políticas de la tarea periodística con rigor y honestidad.

Foto portada: panorámica de la ciudad de Sabadell, la misma que ilustró el primer artículo de la serie L’estat de la ciutat: Diagnóstico preliminar.

8 Comentaris

  1. Sílvia Carrasco Pons

    Gràcies a l’Antonio Santamaria i a l’iSabadell per aquests dos anys d’anàlisi setmanal enmig del desert intel·lectual en la política local i les misèries d’algunes persones que o be s’hi han forrat abastament o que pretenen seguir vivint dels càrrecs fins i tot si no són escollides. Gràcies per l’honestedat de plegar ara. I finalment, gràcies pel pas, en el qual espero que la CONFLUÈNCIA DE LA RESPONSABILITAT pugui neutralitzar l’irresponsable cantonalisme mental i social que campa per la ciutat. Som-hi.

  2. Apreciado Antonio, particularmente comentar tu implicación, en un partido Político como Podemos según la ética profesional del Periodismo, no es delito a un que ya desde hace tiempo, aviamos hablado del tema, y se notaba en tus importantes escritos que tanto nos a servido para que algunos aprendamos mas. Últimamente y como la gente somos a si los destructores estaban mellando tu imagen a través de seudónimos y cosas a si nombres falsos ctc. Ahora ya no podrán criticarla mas, pues ya pusiste al descubierto, tus inclinaciones Políticas Desgraciadamente yo también pase por ello, pero nadie nunca podrá decir, con exactitud de quien o con quien simpatizaban mis predilecciones, hoy toca decir que solo tuve predilección por OIC los parásitos que tanto a mangoneado su lengua, no saben ni que representa, dicho esto yo seguiré creyendo en tu profesionalidad y que esto no cambiara tu manera de hacer Periodismo, Felicitaciones pues podrías ser , Un fuerte y leal representante de esta nuestra Ciudad, SABADELL.

  3. Amigo Antonio, ‘honestidad y rigor’ es lo que has demostrado durante todo este tiempo en tu análisis semanal. Y honestidad demuestras ahora anunciando que dejas esta sección por tu compromiso con Podemos. Esta actitud, aparte de evitar perjudicar al medio en que escribes, también servirá para cerrar algunas bocas interesadas. Aunque no te faltarán los que quizás, y con más ahínco si cabe, seguirán despotricando contra ti sabedores claro está, del gran valor que representa para la ciudad tu implicación en la política local, y sobre todo lo harán, aquellos que vean que la irrupción de Podemos en nuestra ciudad pueda representar un perjuicio (más que para su partido), para su persona viendo que con activos como tu dentro de Podemos se les pueden acaban sus privilegios. Por tanto compañero, no te faltarán las críticas.

    Con tu anuncio de dejar de seguir analizando el estado de la ciudad, me da cierta tristeza. Aunque espero nos sigas deleitando con tu forma de escribir la realidad política de la que seguimos rodeados. Felicidades por el trabajo realizado en esta sección, y también por sumarte a defender un proyecto (de ilusión) como el que representa Podemos. Más activos como tú necesitamos en nuestra ciudad para deshacernos de toda la casta y corrupción de la que estamos rodeados.

  4. Aunque no suelo comentar nunca, quería hacerlo para felicitarte por el gesto, y agradecerte el trabajo, la profesionalidad y el acierto de los análisis que has hecho durante todo este tiempo.

    Nos dejas huérfanos de una lectura semanal casi obligada, aunque la causa y el contexto bien lo merecen.

    Mucha suerte!

  5. Santa Maria, gracias por ser un hombre honesto y sobre todo por ser marxista, tengo que puntualizar que eres el mejor periodista de sabadell. Un saludo cordial y que sigas trabajando en el periodismo brillantemente como siempre.

  6. Benvolgut Antonio,

    Agrair tots els teus anàlisis que he llegit atentament, algunes vegades sense compatir-ho però sempre amb interès i respecte. Has fet una gran feina que cal admirar, de debò, felicitats per tota la recerca, reflexió i crítica. No et conec personalment, només de llegir-te i de veure’t alguna vegada pel carrer o pels voltants de la biblioteca, tot i això crec que ets una de les persones que més s’estima la nostra ciutat. Espero molts encerts a la teva nova etapa política.

    Gràcies company.

  7. Admirado Santamaría:

    Nos dices:

    “La cultura política de nuestro país, dominada por partidos jerarquizados y donde la libertad de pensamiento claudica ante la férrea disciplina ideológica de los aparatos, ha generado la extendida impresión que cuando alguien ingresa en una formación política abandona su libertad de pensamiento para ponerse al servicio acrítico de la ideología del partido”

    Espero que Podemos, y más cuando Santamaría se destapa por ahí, sea un partido de libertad. Como lo fueron los partidos republicanos en sus tiempos. El federal de Pi y Margall, el unionista de Salmerón (que al caso de la Solidaritat Catalana dio más juego que los republicanos federales a los catalanistas de entonces, o sea carcas), y el Lerroux anterior a la II Republicana, como el convergente-Culla escribió en su libro más serio (El Lerroux de la II República acabó en aliado de la Lliga. És algo que los catalanistas ocultan malamente. El primer Lerroux les impugnó, como Pi y Margall, aquellos delirios antiliberales genuinas en el catalanismo, de donde vinenen las actuales locuras antidemocráticas. Lo del “lerrouxismo” como insulto venía de los anarquistas, de cuando lerroux se alió con el PSOE. Pero Pujol y sobretodo Benet (para que le hiciera relatos, Pujol no salió de Benet, o sea de aquel Montserrat filonazi en la II República) A Benet, el PSUC le puso de rival de Pujol en las primeras autonómicas. No hace falta decir más. Tuvimos Pujol, y así acabó el PSUC.

    Ahora, no sé si tendremos partido los catalanes de izquierdas, y más que por extensión los españoles de izquierda como conjunto que nos incluye a los catalanes. Pero Podemos podría ser un principio. Y el bueno de Santamaría sabe lo suyo, y no sólo por esto. No sólo aquí se ha visto.

  8. Gracias, Antonio.

    Gracias por tu entrega a un periodismo de reflexión y de claridad expositiva. Que la falta de “El estado de la ciudad” no convierta a Sabadell en una “Ciudad-Estado” al más puro estilo helénico. Y menos aún, gobernada por aquellos a los que tú has desnudado con tus denuncias poniéndonos, a la vista de todos, sus sucios “tejemanejes”. “Los buenos siempre se van”.
    Saludos, eopinions. Y buen trabajo.