Simulación digitalizada de la Euro Nikkon Tower en el EIx Macià.

EuroNikko Tower, el fallido sueño japonés del Eix Macià

Rescatamos las vicisitudes de uno de los proyectos más ambiciosos de l’Eix Macià que finalmente resultó fallido. Se trataba de un edificio ‘inteligente’ de diseño vanguardista que buscaba captar inversiones de empresas japonesas en Europa.

Uno de los proyectos más ambiciosos del Eix Macià fue la Euro Nikko Tower. Un edificio ‘inteligente’ de 19 plantas, más cuatro subterráneas, con una altura de 88 metros y 16.000 metros cuadrados de formas vanguardistas y dotado de las últimas innovaciones tecnológicas del momento. Cinco plantas estarían destinadas a comercios, dos a restaurantes y 14 a las sedes de las distintas compañías que la promovían. En principio se estimaba que su coste rondaría los 5.000 millones de pesetas y estaba prevista su ubicación en la parcela de 1.313 metros cuadrados ubicada entre El Corte Inglés y el Hotel Verdi donde actualmente se alza la Torre Milenium.

Aspecto exterior de la Euro Nikkon Tower
Aspecto exterior.

El proyecto estaba concebido para albergar corporaciones japonesas, españolas y también de otros países europeos, y aspiraba a convertirse en una plataforma estable para el estímulo de las relaciones económicas, comerciales y culturales entre Europa y Japón. El diseño del edificio se encargó, en diciembre de 1995 al arquitecto Shin Takamatsu, una de las figuras emergentes de la arquitectura japonesa.

El proyecto estaba impulsado por un grupo de promotores españoles, representados por el sabadellense José Ramón Casas en calidad de development manager. En febrero de 1996, Casas manifestó a La Vanguardia que tenían “controlados ya alrededor de un 40 por ciento de los apoyos y recursos necesarios para acometer la construcción de la obra, que afrontaríamos con un régimen similar al empleado por las comunidades de propietarios en los bloques de viviendas; con la diferencia, claro está, de que aquí los propietarios serían corporaciones y no particulares”.

Según Casas estaba previsto que las obras se iniciasen en la primavera de 1997. En este sentido, afirmó que, tras años de conversaciones con l’Ajuntament de Sabadell y la Generalitat de Catalunya, había firmado un documento donde se detallaban los parámetros económicos y de calidad como condiciones necesarias del proyecto.

Por parte de las administraciones públicas se aseguraba que si cumplían los requisitos del citado documento el Consorci pel Desenvolupament de l’Eix Macià (CODEM) – formado por l’Institut Català del Sòl (INCASOL) y l’Ajuntament de Sabadell- vendería a los promotores la parcela para que éstos iniciasen la construcción. Estos requisitos consistían en garantizar el 70 por ciento de la ocupación del edificio, una determinada forma de pago y unos elevados niveles de calidad arquitectónica. Todo ello sujeto a un plazo que expiraba al final de verano de 1996. Desde el CODEM se insistía, sobre todo, en garantizar la ocupación del edificio a la vista de la baja ocupación de otros bloques de oficinas en l’Eix Macià.

El arquitecto japonés

Shin Takamatsu, nacido en Shimane en 1948, era una de las principales figuras de la nueva generación de arquitectos japoneses quien, por esas fechas, había realizado un centenar de obras. Entre ellas, la Kirin Plaza de Osaka, el edificio Syntax en Kioto, el recinto ferial de Kunibiki en Shimane, la terminal de ferries de Mihonoseki o la terminal del puerto de Nagasaki. Con despacho en Kyoto desde 1980, Takamatsu abrió en 1991 oficina en Berlín, asociado con Gabriel E. Lahyani. Tras algunos trabajos en Alemania, el de Sabadell sería su primera construcción de envergadura en Europa. Takamatsu desplegaba un lenguaje formal duro y agresivo -“mis edificios son armas”- solía afirmar. El San Francisco Museum of Modern Art le dedicó en 1993 una retrospectiva.

Shin Takamatsu
Shin Takamatsu

En febrero de 1996 se desplazó a Barcelona y Sabadell para afrontar el proyecto. Entrevistado por La Vanguardia, manifestó, tras una primera visita al Eix Macià, que su “lenguaje arquitectónico es más bien aburrido” y que planteaba un proyecto que le “diera nueva vida”. En su opinión, el Eix Macià no se había programado conjuntamente, pero eso no era un problema para aportar un edificio singular de alto valor simbólico. “En la arquitectura europea prima el conservadurismo. Esto vale para todo el diseño en general. Yo entiendo que con el proyecto de Sabadell se quiere romper esa tendencia (…) Me gustaría contribuir a borrar las fronteras existentes entre Japón y Europa”.

En abril de 1996 Takamatsu volvió a Sabadell y Barcelona para entregar el proyecto básico de la Euro Nikko Tower. L’Ajuntament de Sabadell recibió positivamente el diseño, aunque indicó que se habrían de introducir algunas modificaciones de detalle como la reubicación de las entradas al aparcamiento inteligente, de unas 200 plazas y en cinco niveles de profundidad, o comprobar si las salidas de emergencia previstas cumplían con la normativa de seguridad vigente.

Detalle de la planta dedicada al club de los ejecutivos.
Detalle de la planta dedicada al club de los ejecutivos.

Este proyecto básico contemplaba que las tres primeras plantas estarían dedicadas a usos comerciales, con un total de 3.000 metros cuadrados. Los doce pisos superiores estaban reservados para las corporaciones empresariales, en principio niponas, que operaban en Europa o como plataforma de las nuevas inversiones japonesas en el continente, ocupando un total de 12.000 metros cuadrados.

El edificio se organizaba en tomo a una estructura de hormigón, de forma ovalada, con seis ascensores. Cuatro de ellos servirán para acceder a las plantas de oficinas y el resto, para el restaurante y los servicios del edificio. También contaría con escaleras mecánicas en las plantas inferiores comerciales y otros servicios. La construcción central quedaría revestida por otras metálicas que arrojaban una imagen agresiva del conjunto.  Su forma estaba constituida por la intersección de dos cuerpos geométricos singulares. La torre, de 88 metros de altura, contaba con materiales y sistemas de última generación que sólo se utilizaban en la industria espacial más avanzada.

La concepción futurista de Takamatsu renunciaba al edificio convencional donde todas las plantas son más o menos iguales, creando islas independientes dentro del edificio, cosa que lo distinguía del resto de bloques de oficinas existentes. Se diseñó un edificio inteligente, algunas de las especificaciones técnicas más destacadas eran el sistema domótico Instabús EIB (European Instalation Bus), que superaba las limitaciones de los sistemas de control centralizado utilizado en la mayoría de edificios inteligentes y apostaba por una organización descentralizada. También se instalaría un sistema de autodiagnóstico que analizaba y visualizaba constantemente los datos sensoriales de todos los componentes electrónicos y podía detectar y comunicar por control remoto cualquier problema potencial antes de que se produjera el fallo. Asimismo la Euro Nikko Tower contaba con un sistema de control total ambiental y con el sistema de integración de redes ATM (Asynchronous Transfer Mode) con vistas a una comunicación multimedia versátil.

Falsas expectativas

Los problemas para la materialización del proyecto comenzaron a plantearse cuando venció el plazo establecido a finales del verano de 1996. Desde entonces l’Ajuntament de Sabadell fue alargando los plazos. En octubre de 1997, el entonces concejal de Urbanismo, Antoni Sorolla, advirtió que “el plazo se está agotando, acabaremos de dar un tiempo razonable, pero no ilimitado”.

Por su parte, representantes de los promotores afirmaron que tenían pactada la ocupación de prácticamente la mitad del edificio y contarían con la financiación necesaria para empezar las obras en otoño de 1998, a fin de poder inaugurar las primeras plantas de uso comercial en enero del 2000.

En mayo de 1998, el promotor inmobiliario José Ramón Casas aseguró a distintos medios de comunicación que ya contaba con el 65 por ciento de la financiación necesaria y que un grupo inversor de Hong Kong se había comprometido a aportar buena parte de los fondos necesarios para comenzar las obras que arrancarían con la colocación de la primera piedra alrededor del día de Navidad de este mismo año. El coste del revolucionario edificio se estimaba entonces en 9.000 millones de pesetas.

Según manifestó Carles Prieto, director del CODEM, “las cosas han ido más lentas de lo deseable porque al ser un proyecto tan singular nuestros técnicos han debido mirarlo con mucho detalle. Además, se ha elaborado en un despacho de Berlín, con lo que la comunicación ha sido más lenta”. Prieto se mostró “optimista”, pese a los retrasos sufridos por el proyecto, y confiaba en que próximamente “se oficialice el grupo inversor y la sociedad que llevará adelante los trabajos”. A partir de entonces los promotores podrían hacer efectiva la compra del solar al CODEM. En esta zona de Sabadell, el precio por metro cuadrado construido rondaba las 50.000 pesetas, con lo que el precio de la parcela se estimaba en unos 650 millones de pesetas. Tras la compra, el Consistorio podría conceder la licencia de obra.

En julio de 1998 los promotores de la Euro Nikko Tower suscribieron la opción de compra, donde se especificaba que disponían hasta el mes de septiembre para adquirir el terreno y que habían de depositar una fianza de 30 millones de pesetas. Finalmente, ninguna de estas previsiones se cumplieron, por un problema de plazos, según se aseguró desde la promotora.

En enero de 1999, el Ayuntamiento de Sabadell anunció que la parcela reservada para la Euro Nikko Tower, se pondría a la venta en un concurso público con un precio mínimo de salida de 800 millones de pesetas. Finalmente se adoptó esta determinación tras más de dos años de trabajos en un proyecto que había levantado mucha expectación pero cuyos promotores no habían conseguido garantizar el 70 por ciento de ocupación del edificio.

El concurso público permitiría que nuevos proyectos optasen a instalarse en el solar municipal de 1.313 metros cuadrados. De este modo se abandonaba la apuesta por la Euro Nikko Tower. A pesar de ello, sus promotores insistieron en continuar con el proyecto. “Pensamos presentarnos al concurso y esperamos ganarlo”, manifestó Casas, quien reconoció el vencimiento de los plazos para la compra del solar por adjudicación directa. También aseguró que existían muchos inversores interesados en el proyecto, “pero no los suficientes para resolver toda la financiación”, que ahora ascendía a 11.000 millones de pesetas y reiteró su intención de inaugurar el edificio, “el más moderno de Europa”, en el 2001.

Torre Milenium

Sin embargo, a pesar de estas afirmaciones, al final la promotora de la Euro Nikkon Tower no concurrió en el concurso. Según Casas, “no hemos llegado a tiempo a la apertura de plicas por unas horas”.

La Torre. Autor: Batlle i Roig
La Torre Millenium. Autor: Batlle i Roig.

El 30 de marzo de 1999, la empresa SA de Constructoras Reunidas Sanahuja (SACRESA) fue la única que se presentó al concurso, el mismo día que expiraba el plazo, con una oferta de compra de 800 millones de pesetas para la última parcela libre de l’Eix Macià. La propuesta de SACRESA, diseñada por el gabinete de arquitectos Batlle i Roig, consistía en la construcción de un edificio comercial y de oficinas de 77 metros de altura con 19 plantas, de 690 m2 cada una, más cuatro soterradas, al que se ha dado por nombre Millenium.

En las dos plantas bajas se situarían los locales comerciales mientras que en las dos últimas se han previsto espacios de ocio e incluso la construcción de una piscina. El resto se destinaría a oficinas. En total, la superficie construida sería de 13.440 metros cuadrado. El presupuesto de construcción fue de 1.700 millones, si bien el cómputo global, sumando instalaciones, se acercaría a los 8.000 millones.

Al día siguiente de la abertura de las plicas, Antoni Farrés, alcalde de Sabadell, manifestó a La Vanguardia que “ahora hay que comprobar que la oferta cumple los requisitos del concurso”. En caso contrario, éste podría declararse desierto y se iniciaría otro proceso. Según Farrés, dos empresas se quedaron en puertas de presentar su oferta.

Por su parte, Casas indicó que “si bien estamos disgustados por este revés, lo importante es que ya tenemos la financiación para construir la Euro Nikko Tower gracias a un inversor estadounidense. Estamos expectantes por lo que pueda pasar ya que hasta que no se formalice la venta todo es posible y por ello no renunciamos a levantar la torre en el Eix Macià. Si no es en Sabadell, tenemos una oferta de una alta personalidad de Barcelona con dos posibles ubicaciones para la torre en la Ciudad Condal”. Unas expectativas que nunca llegaron a materializarse.

De este modo, el 5 de junio de 2000 se colocó la primera piedra de la Torre Milenium que se inauguró el 4 de febrero del 2003 con la mitad de su superficie comercializada y con año de retraso respecto al calendario previsto debido, entre otras circunstancias, a las dificultades técnicas en los fundamentos de la obra.

Bibliografía

EuroNikko Tower, Via Gràfica Sabadell s.l., 1997.
VV.AA. Eix Macià Sabadell. Una experiència de centre metropolità, CODEM, 1995.
La Vanguardia. 10/02/1996; 21/04/1996; 1/05/1998; 4/10/1997; 7/07/1998 y 1/04/1999.

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