‘Análisis’. Paisaje antes de la batalla

En la recta final de esta campaña electoral se observan los parámetros que pueden determinar el resultado de estos comicios locales presididos por el elevado número de candidaturas y la gran fragmentación de los espacios políticos.

A la luz de los resultados de las elecciones generales del pasado 28 de abril, la alcaldía de Sabadell solo está al alcance de dos fuerzas políticas: ERC y PSC que representan las formaciones hegemónicas del bloque independentista y constitucionalista respectivamente y ocupan la posición central en dichos bloques. Si el espacio de los Comunes se hubiera presentado unido quizás habría tenido la oportunidad de ser el tercero en discordia. Sin embargo, la fragmentación de este espectro político en tres ofertas electorales: Sabadell en Comú, Podemos y Ara Sabadell, cuatro si añadimos la candidatura 100% Sabadell liderada por Marisol Martínez, les impide serlo.

Farrés, amb el cartell. Autor: J.d.A.
Farrés quiere volver al pleno como alcaldesa. Autor: J.d.A.

Las anteriores elecciones municipales estuvieron centradas en pasar página de la era Bustos tras el estallido del caso Mercurio. Esto provocó el derrumbe del PSC, que pasó de trece a cinco concejales y propició la investidura de Juli Fernàndez (ERC), para evitar que Josep Ayuso, el heredero de Manuel Bustos accediese alcaldía. Posteriormente, se constituyó un gobierno municipal quatripartito que, a trancas y barrancas, ha conseguido preservar su unidad hasta el final del mandato. La cuestión del relevo a la alcaldía, hace dos años, estuvo a punto de provocar su implosión y derivó en que inesperedamente la Crida per Sabadell, donde está integrada la CUP y cuarta fuerza política de la ciudad, asumiese la alcaldía en la persona de Maties Serracant.

Ahora no pesa ese oneroso imperativo político. Como consecuencia del elevado número de candidaturas, 16, que concurren en estos comicios y de la fragmentación de algunos espacios políticos, será muy importante quien sea la lista más votada. Será extremadamente difícil formar una coalición que sume la mayoría absoluta de catorce concejales que permitan desbancar de la alcaldía a la candidatura más votada.

Juli Fernàndez, aquest dissabte. Autor: David B.
Juli Fernàndez, en el acto central de la campaña republicana. Autor: David B.

Ahora bien, la posibilidad de ser la primera fuerza política de la ciudad está estrechamente vinculada al porcentaje de participación. En efecto, a diferencia de las elecciones generales, la abstención en las municipales suele superar el 45 por ciento del cuerpo electoral; es decir, suele ser unos 15 o 20 puntos mayor que en esos comicios. Además, este diferencial en la participación no se reparte homogéneamente por el territorio sino que la participación siempre es más elevada en el Centro que en los barrios de la periferia. En principio, este comportamiento favorece las expectativas de ERC; aunque la proximidad de las elecciones generales y la intensidad del debate soberanista podría propiciar un incremento de la participación, también en los barrios lo cual juega a favor del PSC. En efecto, muchos electores de los barrios de Sabadell han percibido con malestar la apuesta por la secesión de los dos alcaldes independentistas Juli Fernàndez (ERC) y Matias Serracant (Crida) en los momentos álgidos de proceso soberanista. Ello, sin contar con el mayor peso demográfico de los distritos periféricos con respecto al Centro de la ciudad. Aquí debe tenerse en cuenta que en las municipales la ciudad funciona como un distrito único, de manera que todos los votos valen igual. A diferencia de lo que ocurre en otras convocatorias electorales donde el voto en unas circunscripciones vale más que en otras.

Foto portada: Salvador Illa, Marta Farrési i Pol Gibert. Autor: David B.
Salvador Illa, Marta Farrés y Pol Gibert. Autor: David B.

Las opciones de ERC dependen, en gran medida, de que el electorado independentista, que está muy movilizado, realice en este partido un ejercicio de concentración del sufragio y un ejercicio de voto útil. En el espacio independentista concurren en cinco opciones diferenciadas: Som Catalans, Independència i República-Primàries de Catalunya, Junts per Sabadell, ERC y Crida per Sabadell. Las dos primeras formaciones tienen escasas posibilidades de superar la barrera del cinco por ciento de los votos que dan acceso al reparto de actas de concejal; aunque la segunda candidatura, liderada por Àngels Folch, podría obtener un resultado notable que restase algún regidor a las otras tres candidaturas independentistas que es seguro entrarán en el Consistorio.

En cierto modo, las posibilidades del PSC también dependen de la concentración en su candidatura del voto útil constitucionalista y cuyo principal competidor es Ciudadanos (Cs). Sin embargo, el efecto llamada provocado por la victoria de Pedro Sánchez en las generales y el giro a la derecha del partido naranja favorecen las opciones socialistas. No hemos de olvidar que gran parte de los votos a Cs provienen del partido socialista que ahora podrían volver a su matriz original.

El alcaldable de Cs, Adrián Hernández. Autor: David B.
El alcaldable de Cs, Adrián Hernández. Autor: David B.

Tres opciones políticas se disputan el espacio del centroderecha españolista: Vox, PP y Cs. Si tomamos como indicador el resultado de las pasadas generales, ni PP que obtuvo el 3,99% de los votos, ni Vox con el 3,75 por ciento entrarían en el Consistorio dejando sin representación a un espectro político que de otro modo podría obtener dos o tres concejales. Colateralmente, esto podría perjudicar las expectativas de crecimiento de Cs, que fue la fuerza más votada en Sabadell en las últimas elecciones al Parlament de Catalunya, que actualmente cuenta con tres concejales y que en las pasadas municipales se quedó en puertas de lograr el cuarto.

Joan Berlanga - Sabadell en Comú. Autor: David B.
Joan Berlanga, de Sabadell en Comú. Autor: David B.

Sin duda, la gran incógnita de estos comicios radica en la mencionada fragmentación del espacio de los Comunes que en las recientes generales obtuvo en Sabadell 20.640 votos y fue la tercera formación de la ciudad. Ello podría ser determinante tanto en el reparto de los restos que otorgan las últimas actas de regidor como para configurar las mayorías de gobierno. En este marco de confusión, este electorado podría decantarse por la candidatura de Podemos, encabezada por Marta Morell, a quien identificarían más fácilmente con esta opción política. Esto podría jugar en contra de la lista encabezada por Joan Berlanga, cuya representación podría quedar reducida a la mínima expresión, pero también perjudica las opciones de Marisol Martínez cuya candidatura 100% Sabadell tendrá dificultades para ser identificada por el electorado, lo cual arroja grandes incertidumbres sobre si obtendrá representación del Consistorio.

Pactos y líneas rojas

Suele ser habitual que las formaciones que concurren en todas las elecciones guarden una ambigüedad calculada respecto a sus preferencias en materia de pactos postelectorales. Al fin y al cabo, como en los juegos de naipes, nadie quiere enseñar sus cartas; aunque los electores tengan todo el derecho del mundo a saber cuál es el destino de su voto.

No obstante, algunas formaciones han sido más claras que otras. Especialmente, las que juegan un papel subalterno respecto a los partidos eventualmente mayoritarios. De este modo, Junts per Catalunya, los herederos de la antigua Convergència, han manifestado su preferencia a pactar con ERC. En el bloque constitucionalista Cs ha expresado su voluntad de alcanzar acuerdos con el PSC.

Un posicionamiento que, por otro lado, persigue comprometer a priori a estas formaciones que ocupan el espacio central en sus respectivos bloques. La líder del PSC, Marta Farrés, no ha querido cerrarse ninguna puerta y excepto con Vox y la CUP se ha mostrado dispuesta a negociar con todas las formaciones que obtengan representación en el Consistorio. Por su parte, Juli Fernández, alcaldable de ERC, parece inclinarse a repetir la actual fórmula de pactos con Crida y los Comunes. En este sentido, sin duda temeroso que los socialistas puedan alzarse como la fuerza más votada y con media alcaldía en el bolsillo, no ha dejado de recordar que son los herederos de la corrupción y, por decirlo así, hijos políticos de Manuel Bustos. Aunque está por ver que si este argumento resulta efectivo en los barrios periféricos de la ciudad, pues para muchos electores el caso Mercurio es cosa del pasado. Para la Crida per Sabadell su socio preferente es ERC, dado que descartan eventuales pactos con el PSC y difícilmente su electorado admitiría un gobierno local tripartito con los herederos de Convergencia; aunque tampoco puede descartarse esta combinación que actualmente suma 12 ediles.



Por su parte, Joan Berlanga, cabeza de lista, de Sabadell en Comú, dentro de la ambigüedad calculada, parece más inclinado a llegar acuerdos con el PSC que a repetir la actual fórmula de gobierno. Acaso por sentirse decepcionado por el trato recibido por el ejecutivo quatripartito que le impidió en dos ocasiones acceder a la alcaldía, a pesar de ser la segunda fuerza de la ciudad y la primera de las cuatro formaciones que componen el gobierno local. Marta Morell de Podemos ha asegurado que no pactará ni con la derecha española ni catalana dejando abiertas las puertas a eventuales acuerdos con ERC o PSC.

En cualquier caso, el resultado de los comicios del próximo domingo pondrá punto y final a un mandato de transición tras el terremoto político provocado en la ciudad por el caso Mercurio. La formación que consiga la alcaldía podría disfrutar por un largo periodo de la hegemonía política en la ciudad.

Foto portada: de dreta a esquerra, Marisol Martínez (100% Sabadell), Lourdes Ciuró (JxS), Juli Fernàndez (ERC), Marta Farrés (PSC), Joan Berlanga (Sabadell en Comú), Maties Serracant (Crida), Adrián Hernández (Cs) i Esteban Gesa (PP). Autor: ACN. 

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