El Llano de Can Puiggener

Preocupa la degradación de Can Puiggener

  • El PSC se suma a una moción del PP que pide medidas en Can Puiggener.

  • El gobierno local convocará una reunión para impulsar un Plan de Actuación Integral.

Los problemas del barrio de Can Puiggener entraron este martes de lleno en el pleno municipal. El PP dio forma al grito de alarma de las entidades vecinales. Finalmente, PSC, CiU y PP aprobaron un texto que pide tomar medidas urgentes en el barrio ante el estupor de la izquierda local.

Si la crisis económica hace estagos en toda la ciudad, en Can Puiggener sus efectos son más evidentes. Las entidades vecinales llaman la atención desde hace tiempo sobre las ocupaciones de viviendas, problemas de convivencia, pisos sobreocupados, camas calientes e incluso pequeños (o no tanto) conflictos entre etnias.

Después de una reunión en octubre y el compromiodo de elaborar un plan integral que quedó relegado tras el estallido del caso Mercurio, de presunta corrupción con centro en el ayuntamiento de Sabadell, los vecinos han dado su grito de alarma ante el pleno.

El Partit Popular ha tramitado una petición para tomar medidas urgentes.

Can Puiggener es un infierno, una bomba de relojería y cuando estalle nos llevaremos las manos a la cabeza”, explicó la concejal del PP, Cuca Santos.

La edil recordó el alto porcentaje de extranjeros del barrio (uno de cada tres habitantes), un hecho que algunas formaciones políticas censuraron al interpretar que Santos había vinculado la inmigración con los problemas vecinales.

Los populares piden que se tomen medidas como instaurar la policía de proximidad, profundizar en el trabajo social, tomar medidas en las barbacoas de Sant Vicenç de Jonqueres, derribar edificios municipales en mal estado, identificar con precisión el censo municipal para detectar pisos patera o hacer cumplir las ordenanzas municipales respecto a la prohibición de antenas parabólicas en los balcones. “Can Puiggener no puede ser el contenedor de Sabadell y hacen falta medidas urgentes”, dijo Santos. En esa línea ya se manifestó el PP en julio. Visto lo que consideran pocas medidas han presentado la moción, que incomoda a gobierno y parte de la oposición.

CiU se sumó desde el principio a la propuesta mientras que la izquierda (Entesa, ICV y EUiA) mostró sus reticencias y creyó más efectivo trabajar con discreción y no “buscar titulares”. Santos contestó:

Llevar al pleno los temas de los vecinos de Sabadell es lo que hay que hacer. Silenciar el problema no es la solución. Los vecinos ya se han cansado porque llevan seis meses esperando soluciones”.

Las tres formaciones de izquierda, el PP y CiU coincidieron reprochando al gobierno local su inacción en el tema en el último semestre.

El PSC amaga el voto en contra pero se suma al texto

El concejal del distrito, Josep Ayuso, pidió disculpas para empezar y se comprometió a convocar con urgencia una reunión de la Comisión del Plan Integral de Can Puiggener. Enumeró algunas acciones llevadas a cabo en el barrio, como la dotación de un patrulla que recorre las calles a diario, potenciar el centro cívico, trabajar junto a los equipos deportivos y la incorporación de personal a la biblioteca. Ayuso aseguró que se han extremado las inspecciones y se han abierto tres procesos de expulsión, mientras que hay siete abiertos.

Pese a asegurar su desacuerdo con parte de las medidas propuestas por el PP, el PSC finalmente, y para sorpresa de las formaciones de izquierda, acabó dando apoyo al texto.

Media docena de vecinos siguen el debate de pie

Representantes vecinales, con el presidente de la entidad vecinal, Teodoro Montero al frente, siguieron el debate de pie, y mostraron su desacuerdo con parte de los argumentos de Ayuso, cuando éste señalaba que en Can Puiggener se estaban tomando medidas.

Al acabar el debate, varios concejales salieron de la sala para conversar con los representants vecinales. Mientras divergen en la forma de enfocar los retos del barrio, sotto vocce reconocen que hay un problema grave de convivenca. Algunos hablan de “polvorín”.

La pobreza, en la causa del conflicto

En el fondo de los problemas, estriba la actual crisis económica y el empobrecimiento de los habitantes del barrio. La composición social de la zona es compleja, con un tercio de población extranjera (un alto porcentaje de ellas de procedencia magrebí) y también un elevado colectivo de población de etnia gitana, que a menudo compiten por prestaciones y ayudas sociales, muy mermadas por los recortes.

Mientras por un lado los desahucios y desalojos han sido elevados, las ocupaciones de viviendas vacías también. En algunos casos, sin embargo, se han ocupado para realquilarlas y sacar un beneficio económico. La asociación de vecinos conoce de una persona que ocupó tres viviendas y las realquila. Se manipulan los contadores y se accede a la luz y el agua comunitarias.

Parte del vecindario tradicional de la zona se ha marchado y si no lo hace, es porque no puede. Para completar la situación, entre los que quedan, no es raro un enfoque xenófobo de los problemas de la zona, que culpan a los inmigrantes de los problemas de Can Puiggener.

Foto portada: Una imagen de Can Puiggener. Autor: J.d.A.

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