Pablo Iglesias, en una imagen previa a las elecciones europeas de 2014.

‘L’estat de la ciutat (99)’: Elecciones europeas: análisis de urgencia

L’ESTAT DE LA CIUTAT

Aquí se esboza un análisis de los diferentes escenarios de unos comicios que han marcado una serie de tendencias de fondo a nivel europeo, español, catalán y local en un contexto de profunda crisis económica y de descrédito del sistema de partidos.

En Europa se observa un avance de la extrema derecha y una creciente distancia entre el comportamiento político del norte y sur del continente. En España estos comicios plantean la crisis del bipartidismo y la irrupción de una nueva formación que cuestiona el papel de los partidos tradicionales de la izquierda. En Catalunya, las elecciones han dado carta de naturaleza al sorpasso de ERC y han puesto sobre la mesa el hundimiento del PSC como una formación central del sistema de partidos catalán. En Sabadell, el escrutinio apunta hacia una nueva configuración del mapa político local con una gran pluralidad de las fuerzas que podrían estar representadas en el consistorio dentro de un año.

Norte y sur

El escrutinio ha confirmado el avance de la extrema derecha, antieuropeísta y xenófoba. En Francia, considerada el termómetro político del continente, el Front National (25%) se ha impuesto como primera fuerza, al igual que sus homólogos en Gran Bretaña (22%) y Dinamarca (21%), además estas formaciones consiguen excelentes resultados en Austria (20%) Finlandia (13%), Hungría (19%) o Grecia (10%) y, por primera vez obtienen representación en Alemania.

Aquí debe observarse que, mientras en el centro y norte de Europa, el malestar contra las políticas neoliberales y el sistema de partidos es capitalizado por la ultraderecha, en el sur del continente lo hacen formaciones de izquierda como Syriza en Grecia o Podemos en España. Esto podría interpretarse como la traslación política de la creciente brecha entre el norte y el sur de Europa. Salvo en los casos de Italia y Portugal la socialdemocracia se ha mostrado incapaz para presentarse como una alternativa a la derecha.

El bipartidismo cuestionado

A nivel español los comicios han certificado la profunda erosión del bipartidismo. No sólo por el descenso del voto a PP y PSOE, que han pasado de reunir el 80% de los votos a menos del 50%, sino porque los socialistas se han mostrado incapaces de aparecer como la alternativa al gobierno del PP, lo cual obligará a un cambio en el liderazgo del equipo de Alfredo Pérez Rubalcaba y a la etapa de Zapatero.

Ahora bien, la gran sorpresa de la noche electoral fue la irrupción de Podemos que, con 1,2 millones de votos y cinco eurodiputados, se sitúa como cuarta fuerza política del país, pisándole los talones a IU y por encima de UPyD y Ciutadans (C’s). El ascenso de esta formación, heredera de las movilizaciones del 15M, representa un serio aviso para IU, pero también para el PSOE.

Un colegio electoral, ayer en Sabadell. Foto: David B.
Un colegio electoral, ayer en Sabadell. Foto: David B.

En efecto, el excelente resultado de esta formación ha restringido el crecimiento de IU y supone un cuestionamiento a sus estructuras burocratizadas. Al fin y al cabo, IU actúa como la frontera por la izquierda del sistema de partidos de la monarquía parlamentaria y Podemos se ubica en su exterior. Mientras IU reivindica reformas del régimen, Podemos se orienta hacía la ruptura mediante la convocatoria de un proceso constituyente. También supone una advertencia para del PSOE, muchos de cuyos votantes se han decantado por el partido del mediático Pablo Iglesias.

En esta línea, el ascenso de Podemos expresa que la aspiración de regeneración del sistema político en España se orienta hacia la izquierda y no hacia el centro-derecha. Esto explicaría por qué ha superado a UPyD y C’s. Estas dos formaciones aparecen como los principales beneficiarios de la caída del PP, que Vox ha sido incapaz de capitalizar, lo cual indica que la fuga de votos del PP se orienta hacia el centro-derecha y no hacía la extrema derecha como en los países del centro y norte de Europa. La crisis del bipartidismo aparece pues como una de las tendencias de fondo de estos comicios y anuncia una reconfiguración del sistema de partidos, orientado hacia la izquierda y el centroderecha.

El impulso del soberanismo

El aumento en la participación de diez puntos en Catalunya, que las anteriores europeas fue una de las más bajas de España, anunciaba una victoria de las fuerzas soberanistas que tenían sobrados motivos para movilizarse electoralmente. El escrutinio reveló el imparable trasvase de la hegemonía dentro del movimiento nacionalista de CiU a ERC que, por primera vez desde la reinstauración de la democracia, vence en unas elecciones en Catalunya. Un comportamiento que parece dar la razón a Duran i Lleida cuando advierte que el giro soberanista de la federación nacionalista favorece las aspiraciones de ERC, pues el elector siempre prefiere el original a la copia.

La suma de los apoyos a ERC y CiU (45,4%) supone un incremento de casi 14 puntos respecto a las europeas del 2009 y permite cuantificar el crecimiento del soberanismo. Si a este porcentaje se suma el 10% obtenido por ICV-EUiA se obtiene una mayoría a favor del ‘derecho a decidir’ en torno al 55%. Sería superior si la CUP hubiera concurrido a los comicios y aún podría añadirse el 4,6% de Podemos, que también se ha mostrado favorable a la convocatoria de un referéndum de autodeterminación.

Los resultados deben interpretarse como un aval al proceso soberanista, aunque la elevada abstención de más de la mitad del electorado que mayoritariamente no comparte los planteamientos secesionistas plantea serios interrogantes sobre cuál sería el resultado en una eventual consulta sobre la independencia de Catalunya.

Colas para votar, en un colegio del Centro. Autor: David B.
Colas para votar, en un colegio del Centro. Autor: David B.

El ascenso de estas formaciones coincide con el hundimiento del PSC, que venció las anteriores europeas y que ahora ha cedido 22 puntos porcentuales y se sitúa como tercera fuerza política con ICV-EUiA, que le ha superado en la ciudad de Barcelona. Además de la formación ecosocialista, Podemos, C’s y ERC han crecido a costa de los socialistas lo cual cuestiona su papel como formación vertebradora del sistema de partidos catalán y parece condenarlo a un papel crecientemente residual.

La falta de credibilidad en sus propuestas en el eje social, como reveló su acuerdo con CiU en el tema de Barcelona World, la ausencia de claridad en el eje nacional y la falta de determinación en la lucha contra la corrupción (como se ha revelado en el caso Mercurio) se han combinado para explicar el hundimiento del PSC.

Modelo local

El análisis de los resultados en Sabadell nos permiten aproximarnos a la letra pequeña del resultado electoral. Mientras que el Centro la participación aumentó en 13 puntos en distritos obreros como Ca n’Oriac o la zona sur el crecimiento fue sensiblemente inferior y se situó  en torno al 5 por ciento. Es decir que mientras que en Centro la abstención fue del 42,5%, en ambos barrios se cifró en un 58,2% , con un diferencial de casi 16 puntos porcentuales.

En términos generales el comportamiento de los electores de Sabadell se correspondió con las tendencias observadas en el resto del país (más info: ‘Esquerra Republicana guanya les europees a Sabadell‘). ERC con 15.019 votos (20,6%) venció los comicios, seguida muy de cerca por CiU con 13.738 votos (18,9%). El dato más notable es el espectacular hundimiento del PSC que pierde casi la mitad de sus votos (casi 12.000). ICV-EUiA  (11,8%), Podemos (7%) y C’s (6,7%) son los principales beneficiados por la debacle socialista. Aunque en el caso de C’s también recogieron parte de caída del voto al PP que cedió 2871 votos y 7 puntos porcentuales como UPyD que logró 1.078 sufragios en torno a medio punto.

La distribución territorial del voto volvió a evidenciar el carácter dual de la ciudad. Mientras el Centro votó como Girona o Vic, los barrios votaron como en el Baix Llobregat. Así en el Centro ganó CiU (32,5%) a escasa distancia de ERC (29,5%), seguido por ICV-EUiA (10,1%), PSC (7,6%), PP (5,8%) y Podemos (4%). Por el contrario en Ca n’Oriac, donde residen los sectores más cualificados de la clase trabajadora, a pesar de una pérdida del 29,4% de los votos, el PSC se mantiene como primera fuerza política con el 31,4% de los votos, seguido de ICV-EUiA (13,2%) Podemos (10,4%), PP (10%), C’s (9,8%), ERC (8,4%) y CiU (4,4%).

Una pauta que se repite con ligeras variaciones en el resto de los barrios de la ciudad. En la zona Sur, donde viven los sectores menos cualificados de la clase trabajadora, el PSC cede casi el 30% de los votos, pero se mantiene como primera fuerza política con el 25% de los sufragios, en segunda posición se sitúa ERC (12,4%), seguido muy de cerca por  ICV-EUiA y PP que empatan a 11,7 puntos. CiU sólo obtiene 9,4%, a escasa distancia de C’s (8,9%) y Podemos (8,7%).

Ciertamente, resultaría arriesgado realizar una traslación mecánica del voto de estos comicios a las municipales de mayo del 2015. Ahora bien, no cabe duda que estas elecciones han marcado unas tendencias de fondo. De ellas se desprende que difícilmente el PSC podrá mantener la alcaldía de la ciudad. Se dibuja un mapa político de gran pluralidad, pues fuerzas ahora no representadas en el Consistorio como ERC, Podemos y Ciutadans lograrían entrar en el Ayuntamiento, lo cual obligaría a pactos a tres o cuatro bandas para garantizar la gobernabilidad del municipio.

Foto portada: el líder de Podemos, Pablo Iglesias, gran sorpresa de las europeas en España, Catalunya y Sabadell.

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