L’ESTAT DE LA CIUTAT
La crisis en la sección local de las Joventuts Socialistes y el vencimiento de las facturas de los proyectos faraónicos de la era Bustos dibujan el escenario convulso del final de una etapa aciaga en la historia de la ciudad.
La situación política en la ciudad atraviesa por un cierto impasse derivado de la campaña de las europeas que provoca que las formaciones políticas centren su atención en unos comicios que señalan el inicio de un ciclo electoral de incierto resultado.
No obstante, centraremos nuestra atención en los últimos movimientos observados en el PSC, todos ellos tendentes a reforzar la figura del candidato bustista Josep Ayuso, vencedor de las primarias y que ha reforzado su posición tras la reciente remodelación en el equipo de gobierno. Por ejemplo, la renovación del ejecutivo local (más info: ‘Sánchez presenta un govern a la mida de Josep Ayuso‘).
Bicefalia política
Esto ha provocado una extraña bicefalia en el ejecutivo local. Mientras Juan Carlos Sánchez continúa ostentando formalmente la alcaldía, Ayuso actúa como si fuera el alcalde de hecho. Sólo es necesario comprobar la multiplicación de su presencia en los actos públicos de mayor repercusión mediática o analizar las notas de prensa emitidas por el gabinete de prensa de l‘ajuntament de Sabadell, donde se prima la figura del candidato en detrimento del alcalde.
Ayuso, siguiendo el ejemplo de su mentor, ha iniciado su particular campaña cara a las municipales de mayo de 2015 con un año de antelación, siguiendo el principio de quien da primero da dos veces y utilizando de modo partidista los recursos de la administración local.
En esta línea ha distribuido un tríptico, de marcado carácter electoral, donde figuran los puntos de su programa y sus compromisos políticos en caso de ser investido alcalde dentro de un año. La difusión del tríptico motivó las justificadas críticas de CiU que manifestó su “indignación” por el hecho, que disponiendo de la mayoría del grupo municipal y de la sección local del partido, no ponga en práctica estas medidas como, por ejemplo la reindustrialización o lucha contra la pobreza y se espere un año para implementar estas medidas. Se trata, pues, de la venta de humo propagandística, típica de la era Bustos (más info: ‘CiU exigeix al PSC que no esperi al 2015 per aplicar el programa de Josep Ayuso‘).
Estilo Ayuso
La crisis en la sección local de las Joventuts Socialista de Catalunya (JSC) revela la identidad entre los estilos de Ayuso y Bustos. La federación socialista del Vallès Sud, controlada por Paco Bustos, quien contraviniendo el código ético del partido continúa ejerciendo este cargo orgánico a pesar de estar imputado por tráfico de influencias, se dispuso a ajustar cuentas con la sección juvenil del partido que había dado su apoyo a la candidata ‘renovadora’, Marta Farrés.
El plan consistía en desbancar a la dirección local de las JSC, liderada por Pol Gibert, que coordinó la campaña de Farrés, mediante la constitución de una gestora y la convocatoria urgente de una asamblea de militantes que hubiese elegido una nueva dirección a la medida de los hermanos Bustos y su candidato Ayuso.
El hecho que Gibert cuente con sólidos apoyos en la dirección nacional del partido, pues fue el coordinador de la campaña para las primarias de Jaume Collboni como candidato a las municipales de Barcelona y Javi López en las europeas, impidió el éxito de la maniobra. Así la incierta resolución de la crisis está en manos de la dirección nacional de las juventudes socialistas (más info: ‘Crisi a la Joventut Socialista de Catalunya de Sabadell‘).
La situación en las JSC demuestra que los hermanos Bustos continúan controlando el partido en la ciudad y la comarca y retrata su peculiar estilo de entender las lógicas diferencias de opinión dentro de una formación política que se dice democrática, pero que no consiente la más mínima discrepancia.
Por otro lado, no se sabe nada del grupo renovador que apoyó en las primarias a Marta Farrés. Eso a despecho de sus promesas de constituir una corriente crítica en el interior del partido con el objetivo de proceder a su necesaria regeneración. De todo lo cual se desprende que la única posibilidad de regeneración del partido en la ciudad pasa por ser apeados del poder en las próximas municipales.
Facturas de la era Bustos
Mientras tanto, la administración local continúa paralizada y se multiplican los signos que ahora están venciendo las facturas de los despilfarros de la era Bustos. Así la empresa mixta Sabadell Creixent SA, que gestiona Promoción Económica, Fira Sabadell y la Pista Cubierta de Atletismo, afronta graves problemas financieros que podrían derivar en su suspensión de pagos.
Esta sociedad, constituida en 2001, fue presentada por Manuel Bustos como “una noticia importante para la ciudad” y se marcó el objetivo de “activar políticas dirigidas a la promoción, construcción y explotación de edificios”. El socio mayoritario de Sabadell Creixent SA es la empresa de vivienda municipal VIMUSA con un 46 por ciento del capital, pero también participaron Banc Sabadell, la extinta Caixa Sabadell, Cambra de Comerç, CASSA, Sabadell Grup Assegurador y Gremi de Fabricants.
Esta sociedad debe afrontar una importante deuda con el BBVA derivada del Centre de Serveis Can Alzina, ubicado en Can Roqueta, otro de los proyectos de la era Bustos. Ello, unido a la delicada situación de VIMUSA, provocada por la crisis del mercado inmobiliario, podría conducir a la quiebra de la empresa municipal de vivienda.
Una situación que evoca la crisis de Vantoureix, promotora del Parc Empresarial de Sant Pau de Riu-sec, que ha acabado en manos del BBVA tras hacerse cargo de su pasivo.
A la luz de lo expuesto, resulta urgente que, tras las municipales de mayo de 2015, se produzca un cambio político que entierre definitivamente las nefastas prácticas de la era Bustos e impida que continúe gobernando la ciudad a través de la persona interpuesta de Josep Ayuso.
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