La mañana del 22 de agosto de 1941, en el salón de plenos del Ayuntamiento de Sabadell, Detlev Ehlers, jefe de las Juventudes Hitlerianas en España, hizo entrega de tres retratos de Adolf Hitler e impuso las insignias de honor a cuatro falangistas de la ciudad. El jerarca nazi fue correspondido con la concesión de la Medalla de la Ciudad.
Hacía solo dos meses, el de 22 de junio de 1941, que Alemania había invadido la Unión Soviética, en la denominada operación Barbarroja. Inmediatamente, Franco anunció la formación de una unidad de ‘voluntarios’, la División Azul, que encuadrada en la Whermacht, combatiría al comunismo, culpable de la Guerra Civil española. El régimen desplegó una intensa campaña propagandística, como a nivel local testimonian las páginas del Boletín de información local de las FET y de las JONS, único órgano de prensa permitido en la ciudad (más info: ‘La primera premsa franquista‘). Los primeros contingentes de voluntarios salieron para el frente ruso el 13 de julio de 1941.
Según Paul Preston, en su monumental biografía de Franco, por esas fechas el Caudillo estaba convencido de la victoria del Tercer Reich en la Segunda Guerra Mundial. Con el envío de la División Azul el dictador buscaba compensar al amo de Europa por el fracaso del encuentro en Hendaya (23 de octubre de 1940) donde no se alcanzó un acuerdo sobre la participación de España en la guerra a favor del Eje, a causa de las inasumibles pretensiones imperialistas de Franco a costa del Marruecos francés. También, para alejar a los sectores más radicales del falangismo que complicaban sus relaciones con la Iglesia y los generales monárquicos, los otros dos puntales el régimen.
El discurso del camarada Ehlers
La visita del jefe de las Juventudes Hitlerianas a Sabadell fue detalladamente descrita en la crónica del 23 de agosto de 1941 del Boletín local y de modo más resumido ese mismo día por La Vanguardia Española. No era la primera vez que Ehlers visitaba la ciudad. El 8 de mayo de 1941 participó en la visita a Sabadell de Luise Michel, jefa nacional de las Juventudes Hitlerianas, de gira propagandística por España, donde la jerarca nazi desarrolló una apretado programa de actos.
El día antes, 21 de agosto, la Comisión Permanente del Ayuntamiento de Sabadell, presidida por el alcalde y jefe provisional local del Movimiento, José María Marcet Coll, aprobó por unanimidad concederle la Medalla de la Ciudad de tercera ”para hacer patentes los sentimientos de hermandad existentes entre esta ciudad y el pueblo alemán”.
La distinción de la Medalla de la Ciudad había sido instituida por la Comisión Permanente en la sesión del 6 de mayo de 1941 con tres categorías: clase primera (oro), segunda (plata) y tercera (cobre), para aquellas “personas merecedoras de la misma, por su actuación provechosa para los intereses morales y materiales de la Ciudad”.
Al mediodía, “el camarada Detlev Ehlers”, acompañado de cinco jóvenes de las Juventudes Hitlerianas, descendió de su coche oficial. En la plaza del Ayuntamiento le esperaban en formación militar, unas centurias de cadetes y flechas de la Banda de Cornetas y Tambores del Frente de Juventudes que le rindieron honores a su llegada.
Pasando entre dos hileras de cadetes, Ehlers subió hasta el despacho de alcaldía donde fue recibido por las autoridades y jerarquías locales civiles y militares y por el consejero nacional de Movimiento, Luys Santa Marina. A las doce y media, llegó Carlos de Alvear, secretario provincial del Movimiento, en representación del gobernador de Barcelona.
Tras los saludos de rigor, se trasladaron al salón de plenos. Alvear ocupó la presidencia, a su derecha Santa Marina, el alcalde Marcet y el juez militar, el coronel Feijóo; a su izquierda, Ehlers, el comandante militar de la plaza. José Creu y el cura párroco y arcipreste, José María Vázquez.
En primera fila tomaron asiento la Comisión Municipal y “todas las jerarquías masculinas y femeninas de la Falange” junto a un numeroso público. Inició los parlamentos, Pedro Riba Domènech, delegado comarcal del Frente de Juventudes y uno de los partidarios de Marcet en la organización juvenil, con “frases de elogio para el pueblo alemán y a su Führer, en lucha constante contra el enemigo de Alemania, y por tanto de España, el comunismo ruso, afirmando que la juventud española espera el momento de demostrar su agradecimiento al gran pueblo alemán por la sangre que derramó en el suelo español en nuestra gloriosa Cruzada”. Riba Doménech finalizó la arenga con vivas a España, Alemania, a Franco, a Hitler y a las Juventudes Hitlerianas. Le respondió Ehlers en los siguientes términos:
“Dignísimas autoridades, jerarquías, camaradas todos.
En este momento me honro representando al jefe nacional de las Juventudes Hitlerianas para la alta misión de entregaros la más preciada Insignia de Honor de las Juventudes Hitlerianas. Esfuerzo mi cerebro para buscar frases adecuadas a este acto; pero no estamos en momentos de discursos, sino en momentos de gran acercamiento espiritual y de unir cada vez más nuestros corazones, porque ya lo están desde que la Legión Cóndor luchó con vosotros en vuestra epopeya de liberación, como hoy continúa esa gloriosa División Azul luchando junto a nosotros hasta su última gota de sangre, frente a ese enemigo común, para aplastarlo de una vez y liberar a Europa de esa constante pesadilla.
“Además, camaradas, tengo otra misión más que cumplir. Nuestro camarada Thomsen, jefe en España del Partido Nacional-Socialista alemán, por mediación de nuestro camarada Walter Bartoleit, jefe local en Barcelona de nuestro Partido, me encarga haceros entrega de un retrato de nuestro Führer, Adolfo Hitler. Daos cuenta, camaradas, de que Adolfo Hitler representa para nosotros nuestro ídolo, como para vosotros lo es vuestro invicto Caudillo, que es el que os marca la ruta para llegar a esa España Imperial que todos deseamos.
¡Viva Franco! ¡Arriba España!”
Acto seguido, entre grandes ovaciones, hizo entrega a la corporación municipal de un retrato de Adolf Hitler, otro a Pedro Riba para el Frente de Juventudes y el tercero a Leopoldo Rovira para el Colegio de Bachillerato de Sabadell.
El profesor Rovira/Hellemann
Leopoldo Rovira había nacido en Viena en 1910, bautizado con el nombre de Leopold Hellemann, apellido que cambió por el de Rovira en 1932. Huérfano de padre y madre, fue acogido en 1920 por una familia de Terrassa en una expedición de ayuda a los niños austriacos tras la Primera Guerra Mundial. Hellemann/Rovira se quedó en Terrassa, ingresó en el Seminario, donde cursó el bachillerato y estudios de Filosofía y Música, pero no se ordenó sacerdote. En 1929 volvió a Austria (Graz) para dedicarse a la enseñanza de idiomas pues dominada el alemán, castellano, catalán, francés e inglés. En 1932, regresó a Terrassa donde creó el Instituto de Idiomas y la Escuela de Bachillerato. Tras la Guerra Civil se instaló en Sabadell donde, con el patrocinio del alcalde Esteve Maria Relat y después de Marcet, obtuvo los permisos para abrir en 1939, el Colegio de Bachillerato de Sabadell que funcionaría hasta 1952.
Según las investigaciones de Josep Oriol Garriga, Rovira mantenía contactos regulares con el consulado alemán en Barcelona y se le había encontrado un carnet donde figuraba con el rango de capitán de una organización nazi. En las visitas de dirigentes nazis a Sabadell, entre 1940 y 1942, hizo de interprete dado su perfecto conocimiento de ambos idiomas (más info: ‘Los nazis en Sabadell‘). En cualquier caso, a la caída del Tercer Reich, Rovira fue depurado y desposeído de sus títulos universitarios en Austria. Apartado de la docencia desde 1952 tras el cierre del Colegio de Bachillerato de Sabadell, murió en Terrassa en 1996.
Insignias de Honor de las Juventudes Hitlerianas
Tras la entrega de los retratos del Führer, Ehlers impuso la Insignia de Honor de las Juventudes Hitlerianas a Marcet, Riba, a Magda Coret, delegada comarcal de la Sección Femenina de la Falange, y a Montserrat Sampere, regidora comarcal de la sección femenina del Frente de Juventudes y muy unida a la primera.
Magda Coret había sido condenada a muerte en el juicio celebrado en Barcelona en diciembre de 1938 por su por su implicación en la quinta columna franquista denominada Socorro Blanco (més info: ‘La quinta columna‘). La rápida entrada de las tropas franquistas en Barcelona, a finales de enero de 1939, impidió que la sentencia fuese ejecutada. Amiga íntima de Pilar Primo de Rivera, era, en opinión de Andreu Castells, “el prototipo femenino de perfecta falangista”. Desapareció de la escena política local al enamorarse de un notario madrileño que conoció de vacaciones en el Pirineo aragonés, con quien se casó en 1940 y se fue a vivir con él a la capital de España.
El discurso de Marcet
Para finalizar el acto, el alcalde Marcet tomó la palabra para manifestar que, en nombre de la ciudad, agradecía la “fina atención que la Juventud alemana tenía para con él y sus camaradas” al imponerles las Insignias de Honor, que “llevarían en lugar preferente en su pecho sobre el corazón”. Tras dedicar elogiosas palabras “al pueblo hermano, el noble pueblo alemán”, continuó con en estas palabras:
“Y así como nuestro glorioso Caudillo nos ha ordenado la no beligerancia, que nosotros serenamente acatamos, seguimos con gran interés el curso de esa lucha que ha de llevar el gran pueblo del Reich a la victoria, que también es la victoria de España”.
Marcet pidió un saludo de homenaje al camarada Luys Santa Marina, representante de “la raza pura española, en todo su sentido y otro para el camarada Alvear, quien llevaba sobre el pecho la medalla del mérito en campaña, la distinción más honrosa que un español puede tener por haber derramado parte de su sangre en nuestra guerra de liberación”. Todos los presentes, puestos en pie, saludaron brazo en alto a los homenajeados y se cantó el Cara al Sol (himno de la Falange), dando Alvear los gritos de rigor que fueron entusiásticamente contestados.
Después, Marcet se dirigió a Ehlers para agradecerle su contribución a “este acto de confraternidad germano-hispana de hoy” e imponerle la Medalla de la Ciudad, para dar cumplimiento a un acuerdo de la Corporación Municipal que únicamente -señaló- se había concedida a tres personalidades: al gobernador civil y jefe provincial del Movimiento, a una santa religiosa y al camarada Ehlers.
Al imponerle la medalla, “una ovación formidable estalló en el salón, mezclada con vítores a las naciones hermanas y sus respectivos jefes” con lo cual el alcalde Marcet dio por finalizado el acto. Las jerarquías visitantes se despidieron, antes de marchar en sus coches oficiales a Barcelona, pasando revista a la centuria de Cadetes y Flechas que formaban frente al Ayuntamiento, entre vítores a España, a Alemania, a Franco y Hitler.
Activismo nazi
Detlev o Deltey Elhers era un personaje de cierta relevancia dentro de las organizaciones nazis en España. Vivía a caballo entre Madrid y Barcelona. Especialmente, si tenemos en cuenta que los jóvenes de la colonia alemana, que solían estudiar en el Colegio Alemán, estaban obligados a ingresar en las Juventudes Hitlerianas.
Ehlers, como jefe de las Juventudes Hitlerianas en España, formó parte de la delegación alemana en la recepción, el 23 de octubre de 1940, a Heinrich Himmler, Reichführer SS, en su visita a Barcelona y la Abadía de Montserrat, se dice que buscando el Santo Grial. También, participó en la recepción a Margot Schneider, de la dirección de las Juventudes Hitlerianas, Otto Thimel, jefe político del partido nazi en Barcelona i Ernest Ritter von Steindorff, jefe de las Juventudes Alemanas en Barcelona.
En octubre de 1940, Ehlers, junto al cónsul general en Barcelona, Rolf Jaeger, el jefe del partido nazi Walter Bartoleit y el jefe local del Frente Alemán del Trabajo organizaron el 3 de octubre el Dia de gracias a Dios por la Cosecha con un solemne acto en el Palau de la Música de Barcelona con profusión de esvásticas y retratos de Hitler. El domingo 6 de octubre participó en la excursión de la sección barcelonesa del movimiento Fuerza por la Alegría a Gelida en un tren especial que partió de la Estación de Francia.
Asimismo, asistió junto a numerosas personalidades a la inauguración el 31 de mayo de 1941 a la sucursal barcelonesa de Centro-germano español con sede en Madrid. En octubre de 1941, encabezó la delegación de las Juventudes Hitlerianas, junto con Schlinder y Hassenflug, formada por 75 miembros (equipo de gimnasia, grupo de danza, patinaje y banda de música). La visita se prolongó durante una semana con desfiles y espectáculos deportivos en Barcelona.
El 29 de marzo de 1943 asistió a la reunión semanal de excombatientes de la División Azul que se celebraba cada lunes en el Hogar Alemán de Barcelona. Tres días después, el 1 de abril, presidió, en el Colegio Alemán, junto con los cónsules Fritz Ruggenberg, Gotthilf Vollmer y Hans Knopf, la ceremonia de ingreso en las Juventudes Hitlerianas de las nuevas promociones de la colonia germana en Barcelona. Elhers fue profesor del Colegio Alemán, reabierto después de la Guerra Civil española, donde impartió la asignatura de Trabajos Juveniles.
La pista perdida de Ehlers
Tras la caída del Tercer Reich en mayo de 1945, se pierde la pista de Ehlers. Su nombre figura en el número 77 del listado de los centenares de dirigentes nazis residentes en España que los Aliados solicitaron al gobierno español para ser extraditados y juzgados.
Según la historiadora suiza Regula Bochsler, que investiga el destino de los nazis refugiados en América Latina, Ehlers podría haber acabado en Argentina. En el curso de sus investigaciones encontró, en el Archivo Federal de Suiza, una carta de Ehlers (original manuscrito y copia mecanografiada), fechada del 16 de octubre de 1948 y dirigida al consulado suizo en Génova, desde la celda 126 de la Prisión Marassi. Es esta que reproducimos, traducida por Bochsler del alemán.
“Me tomo la libertad de dirigirme a usted como cónsul suizo con una petición muy importante. Como titular de un pasaporte del Departamento Político Federal en Berna, representación alemana de intereses, inicié mi viaje a Argentina (visado de entrada del 1/10/48 Consulado Argentino en Zurich, Goethestr. 16) con visados debidamente solicitados e inscritos en el pasaporte.
También tenía un visado de tránsito italiano en regla del Consulado General de Italia en Zurich, Lavaterstr, 51, y un visado de tránsito español para Barcelona, para poder hablar con mi mujer y mis hijos después de 4 años y medio de ausencia y separación. Por pura humanidad, le pido que interceda por mí para que pronto pueda continuar mi viaje, como me prometió la policía portuaria de Génova, y reunirme con mi familia en Argentina después de muchos años de separación.
Aparte de los papeles en regla, tenía un billete de barco válido de Home Lines, de ZH, Bhfst. 19 de la Oversea Shipping Agency, de Génova a Buenos Aires, que, aparte del pasaporte, también me quitaron. El 13 de octubre, a las 10 de la mañana, me pidieron que fuera a la policía portuaria y me dijeron que todo estaría hecho por la tarde y que podría completar mis papeles a las 3 de la tarde en Cosulich Lines y en el consulado argentino local, Via Romani 9, para mi salida.
En lugar de ello, pasé la noche bajo custodia y fui brevemente interrogado el 14.X. por la mañana y me dijeron que no podría partir hacia Argentina en el vapor “Brasil”, aunque lo había hecho correctamente, y que tendría que viajar en otro vapor. Me permitieron enviar un telegrama a mi familia en Barcelona. Puede imaginarse perfectamente mi situación, habiendo renunciado a las últimas oportunidades de ganarme la vida en la industria editorial y de material didáctico en Berlín y Leipzig para poder estar por fin de nuevo junto a mi mujer y mis hijos.
Estimado Cónsul, mi gran petición ahora es que se me libere pronto de mi situación y se me permita continuar mi viaje, como se me prometió, y que se informe inmediatamente a mis parientes y familiares suizos de que estoy retenido aquí. (cuyas direcciones transcribe)
Soy representante de editoriales y empresas alemanas y suecas de material didáctico para Argentina y puedo probarle todo en base a los documentos disponibles. Las obligaciones financieras y los gastos serán asumidos por mi familia en Zúrich. Espero su generosa ayuda y pido su protección personal para mi persona y tener noticias suyas pronto.”
En opinión de Bochsler, el tema de los numerosos nazis refugiados en Suiza era muy delicado y sumamente incómodo para el gobierno helvético. La carta de Ehlers generó una correspondencia entre el ministerio de Asuntos Exteriores en Berna y el cónsul suizo en Génova, Dr. Minati. La posición oficial fue que, al no ser Ehlers ciudadano suizo sino alemán, no era de su incumbencia, aunque Ehlers disponía de documentación expedida en Berna. Desde el ministerio se le pide al cónsul Minati que recabe información sobre el caso y que esclarezca si ha sido detenido para comparecer como testigo contra criminales de guerra nazis o Ehlers está acusado de esos delitos. Según las informaciones recogidas por el cónsul, con fecha del 22 de octubre de 1948, Ehlers fue detenido a instancias del consulado británico en Génova, siguiendo instrucciones de su gobierno al estar acusado de crímenes de guerra. En este sentido, el gobierno británico había solicitado al italiano que le fuera entregado con la máxima urgencia en la frontera de Tarvisio.
A expensas de ulteriores investigaciones en los archivos ingleses, aquí se vuelve a perder el rastro de Ehlers. A falta de confirmación documental, Bochsler está casi segura de que finalmente Ehlers consiguió ser puesto en libertad y emigrar a Argentina. Probablemente, a través de la red de agentes del dictador argentino, el general Juan Domingo Perón, que operaban en Europa y facilitaban la huida de nazis proporcionándoles pasaportes con nuevas identidades. En este sentido, observa que Ehlers tenía todos los papeles en regla y preparados para marchar a Sudamérica con nombre falso, lo cual indica que ya disponía de su ayuda cuando fue detenido en Génova.
El pleno le retiró la Medalla de la Ciudad en 2006
Olvidado por todos y quizás muerto, el pleno municipal del 25 de enero de 2006 le retiró la Medalla de la Ciudad junto a las de otros cuatro jerarcas franquistas, empezando por el Caudillo. Del destino del retrato del Führer donado al Ayuntamiento de Sabadell no se sabe nada. No figura ni en los fondos del Arxiu Històric de Sabadell ni del Museu d’Art de la ciudad. Quizás Marcet, tras la caída del Tercer Reich, decidió desprenderse de él como de un objeto incómodo.
Bibliografía
CAPDEVILA Mireia i VILANOVA, Francesc. Nazis a Barcelona. L’esplendor feixista de postguerra (1939-1945), L’Avenç/Ajuntament de Barcelona. 2017.
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DEULONDER, Xavier. Els nazis a Catalunya. Llibres de l’Índex, Barcelona, 2007.
GARRIGA GUSI, Josep Oriol. Nota biográfica sobre el professor Leopoldo Rovira, Arraona, revista d’història, n. 33, 2012.
PRESTON, Paul. Franco. Caudillo de España, Ed. Debate, 2022.
BOLETIN. De información local de F.E.T. y de las J.O.N.S. N. 75. Sabadell, sábado, 23 agosto 1941.
La Vanguardia Española, 23 agosto 1941.
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Foto portada: entrega del retrato de Hitler. Elhers de blanco con la esvástica, el coronel Feijóo y el alcalde Marcet (1941). Autor desconocido/AHS.
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